Vencimos a Amanecer Dorado
HAY QUE DECIRLO CUANDO VENCEMOS
Vencimos a Amanecer Dorado. Os intentarán convencer de que no. Los cínicos seguirán seguirán diciendo que es imposible, pero vencimos a Amanecer Dorado. Vencimos al fascismo. Todos y todas juntas. Vencimos atacándolo de todas las formas que conocemos. Con movilizaciones enormes, los día que rememoramos a aquellos que el fascismo nos arrebató. Pero también con movilizaciones constantes en cada barrio, día a día. Peleamos cada centímetro de cada calle para expulsarlos. ¿Qué íbamos a hacer? ¿Confiar en la policía? Fue un policía quien asesinó a sangre fría a Alexis Grigoropoulos en diciembre de 2008. ¿Lo recuerdas? Las imágenes de aquel árbol de navidad ardiendo dieron la vuelta al mundo. “Nuestra investigación muestra que la relación con Amanecer Dorado es solo la punta del iceberg. El racismo, el uso excesivo de la fuerza y la impunidad son una plaga en la Policía griega»” No lo digo yo, aunque lo sé... Lo dice Amnistía Internacional.
Pero los derrotamos. Derrotamos a quienes asesinaron a Shehzad Luqman por ser pakistani y vivir en Grecia. Tenía 27 años. Derrotamos a quienes atacaron una escuela primaria en Pérama durante una asamblea de padres y madres, por haber admitido en sus aulas a niños refugiados del cercano campo Sxistó. Derrotamos a quienes tiraron granadas a centros sociales okupados... Derrotamos a quienes asesinaron a Pavlos Fyssas por ser un militante antifascista y un rapero. Derrotamos a quienes llevaron a cabo más de 350 ataques racistas en Grecia en entre 2012 y 2013. Uno cada dos días.
Los derrotamos en la calle, los derrotamos en los tribunales también. Creamos cientos de colectivos de base y coordinadoras de todo tipo. Cada cual hacía lo que le apetecía más. Todas las acciones eran complementarias. No hay tiempo para excluir ninguna estrategia si te están matando. Discutimos, decidimos, actuamos.
El 15 de junio de 2015 cortamos las cadenas que cerraban el parque infantil de Agios Panteleimonas, en Atenas. Decenas de madres sonrientes junto a sus hijos e hijas esperábamos pacientes la rotura del candado. El acceso llevaba 6 años bloqueado; desde que en 2009 Amanecer Dorado decidió clausurar la zona de juegos para que los niños griegos no se relacionaran con hijos de migrantes en uno de los barrios de Atenas con más residentes extranjeros.
Recuperar un parque para recuperar todo lo que los nazis nos estaban quitando.
Les seguimos, les atosigamos, les acosamos, les obligamos a encerrarse en sus sedes y luego les obligamos a cerrar sus sedes. Lo hicimos con movilizaciones barrio a barrio, pegando carteles, jugándonos el cuello. Migrantes, LGTBI, personas de color, militantes de izquierda, quien sea; todos éramos su objetivo.
Los medios no nos hicieron mucho caso. Los nazis sirvieron para enfrentar el movimiento de las Plazas contra la austeridad. El movimiento más importante que hemos vivido desde los años 70. Los de siempre dijeron que las plazas y los nazis eran los extremos que se tocan. Es el truco de siempre para que parezca que ellos son el centro. No es su vida la que estaba en peligro. Era la nuestra. La de las más vulnerables.
Amanecer Dorado no ha sido un partido político, sino una organización criminal que se presentaba a las elecciones. Y también les derrotamos ahí. Pasaron de ser la tercera fuerza parlamentaria a no tener representación en el hemiciclo.
Hemos logrado probar judicialmente que Amanecer Dorado es una organización criminal con estructura paramilitar que recluta adolescentes a partir de los 14 años a los que llama «Centauros». Una organización hitleriana, tanto por sus ideas como por su estructura organizativa. Una organización mafiosa que también ofrecía sus servicios violentos a quien los pagara.
Homicidios, asesinatos por encargo y numerosas extorsiones con motivación puramente económica. Varios arsenales ocultos cerca de la capital. Entrenamientos militares de sus miembros con armas de guerra. Conexiones con policías y funcionarios públicos de diverso rango. Derrotamos a todos.
Hemos hecho nuestras calles más seguras Amanecer Dorado. Pero, aunque ya no hay una organización grande, siguen existiendo grupos fascistas desestructurados que cometen ataques. Como en las islas contra refugiadas y trabajadores humanitarios.
Entendimos que la manera de neutralizarles no es adoptar parte de sus discurso; somos más listas que nuestros políticos aquí y en Europa. No se nos pasó por la cabeza que hubiera nada que hablar con ellos. Había que derrotarles y los hemos derrotado.
Es importante contar cuando vencemos, o no distinguiremos las victorias de las miserias cotidianas. No. No es lo mismo vencerles que no vencerles.
No somos ilusas, sabemos que el fascismo no desaparece… Joder, somos nosotras y nosotros quienes hemos dicho siempre que el fascismo no desaparece, pero a este movimiento fascista sí lo hemos derrotado.
Tu y yo. Juntas, juntos. Juntes.
Así que ahora, hoy, como siempre.
No pasarán.