¿Se puede resistir al smartmundo? Perspectivas contra la smartcity

El cambio demográfico hacia un mundo urbanizado, la reestructuración económica llamada crisis y el interés de la economía urbana por los sectores tecnológicos como elemento de competitividad, son algunas de las razones por las cuáles la smartcity aparece como una fórmula (falsa o real, eso es lo de menos) para solucionar los problemas del espacio urbano sin poner en cuestión el orden social capitalista.

La smartcity no es algo nuevo que sale de la nada. Es hija de un proceso histórico tecno-industrial. Sin embargo, este término patentado en 2011 por IBM representa un nuevo estadio de la dominación a través del carácter invisible de sus dispositivos en las ciudades. Estas han sido los escenarios y laboratorios a cielo abierto elegidos para probar la inteligencia urbana y lucrarse en el camino. Cada comportamiento humano queda colonizado digitalmente. La racionalidad de quienes nos gobiernan pretende contener los problemas cotidianos del modo de vida urbano y capitalista con soluciones técnicas como si de piezas de engranaje fuéramos las personas.

Frente a esto hay que hacer un esfuerzo de imaginación para encontrar métodos de acción, modos de organizarnos y abrir caminos para combatir este mundo que nos ahoga. Por ello, echar una mirada a las luchas de los taxistas contra Uber, a las luchas contra la subida de alquileres desde asambleas de barrio, a los movimientos vecinales que se levantan contra infraestructuras que consideran innecesarias para sus vidas, al cuestionamiento de la videovigilancia y las plataformas de datos etc, puede ayudarnos en esta labor.