Salud, buen año y autogestión
Ya es un clásico que los colectivos hagan calendarios para financiarse a la vez que las luchas en que participan: antirepresivos, anticarcelarios, solidarios. Que haya espacios como el lokal sirve para que se den a conocer, se distribuyan y se vendan. En muchos casos sin margen, por solidaridad y vale la pena el esfuerzo. Y más cuando es sin factura, cobrado por datáfono. Con sus comisiones, sus dificultades para justificar. Una serie de controles burocráticos que dificultan, cuando no impiden que estas expresiones contraculturales puedan desarrollarse.
Son las dificultades, los retos y los aciertos de la autogestión. Espacios como el nuestro, solo son posibles con la colaboración sin sueldo de mucha gente, colaboración puntual a la vez que constante, de cada cual según sus posibilidades, en su espacio, en s horario, atendiendo a la emergencia cuando es necesario. Aportando en sus saberes . Desde la contabilidad, arreglo de aparatos, informáticas. Montar xiringos, permanencias, maquetar libros. Cualquier cosa que se os ocurra.
No es posible darle forma de salario a todo, si en algunos casos imprescindibles. Y son muchos colectivos, editoriales, centros sociales, locales que lo hacen de forma parecida. Un sector que no se encuadra bien en ningún otro. Que asume sus contradicciones en precariedad, sostenibilidad pero que la experiencia demuestra que no es lo mismo que una cooperativa formalizada o trabajar para otrxs.
La cosa es sumar, demostrar que es posible y que es útil, desarrollarse y ampliar para que tengan voz los que nunca la tienen: fanzines, revistas, folletos….
Esa contracultura irreverente, libre, cada vez más cuestionada, apartada y necesaria para entender el mundo y darle otras formas.
Comunidades especiales, que hay que cuidar, mantener y desarrollar, en las que el dinero no sea la medida principal. Espacios que permiten vivir y crear nuevos y más espacios. La lista sería larguísima, de personas, y colectivos. Para todas ellas y para todos ellos. Gracias por el esfuerzo, por el cariño y por el buen hacer que ponen en lo que hacen. Por romper las barreras entre compradores y vendedores, entre quienes saben y quienes consumen. Por hacer preguntas constantemente para que entre todos las pensemos.
Y por jugarse la libertad, la vida y los dineros para que este mundo sea mejor y más bonito. Salud y autogestión.