“No somos los culpables de la crisis”
Lo dijeron muchos trabajadores del sector privado cuando comenzaron a sufrir despidos y expedientes de regulación de empleo masivos: “No somos los culpables de la crisis”.
Lo dicen muchos pensionistas y trabajadores del sector público cuando comienzan a sufrir recortes en sus retribuciones: “No somos los culpables de la crisis”.
La frase suena ya a letanía en las tabernas –siempre las tabernas- de nuestros pueblos y barrios pero no sé de qué se sorprenden unos y otros: ni que viviéramos en un sistema en el que los platos rotos los pagaran los culpables. Nunca ha sido así, ni antes ni durante la crisis.
Que quienes “no somos los culpables de la crisis” paguemos sus platos rotos no obedece a ninguna disfunción –más o menos corregible- del sistema sino al sistema en sí mismo. Está en su esencia.