Breve recorrido por algunas luchas por la defensa del territorio en curso
Introducción
En la era del ecologismo de cartón piedra, en la cual se repite machaconamente el discurso mesiánico y simplista del cambio climático, merece la pena detenerse en las denominadas “luchas en defensa del territorio” que, por sus características, tienen una incidencia real y presente en contener el avance de un capitalismo destructor de ecosistemas y de la vida. Mientras que algunas personas se esfuerzan en denunciar simbólicamente y espectacularmente la subida de las temperaturas globales en museos y parlamentos, otras, plantan cara directamente a la construcción de infraestructuras y megaproyectos como autopistas, aeropuertos, minas o polígonos eólicos. En nuestra la opinión, las primeras no obtienen más que algunos minutos de atención en los telediarios a costa de cuantiosas multas, mientras que las segundas, aunque igualmente golpeadas por la represión económica y física, por lo menos consiguen poner algún palo en las ruedas de un sistema que se dirige a 200 por hora contra un muro de hormigón. Sirvan estas páginas de altavoz de algunas de estas luchas en curso
Atlanta: el movimiento por la defensa del bosque de Weelaunee
Desde abril de 2021, un grupo de personas lleva defendiendo un bosque de Atlanta, en Estados Unidos, dónde los políticos locales y especuladores corporativos quieren construir un complejo de entrenamiento policial conocido como Cop City. Un proyecto que supondría la destrucción del bosque de Weelaunee. El movimiento de protesta está compuesto por una amplia gama de grupos y estrategias, que van desde la lucha en los tribunales al establecimiento de campamentos y cabañas en los árboles, pasando por la acción directa y el sabotaje o la batalla cultural por medio de conciertos y otros eventos organizados in situ. Esta diversidad de grupos y estrategias es algo que suele caracterizar a las luchas por la defensa del territorio. Además de su dimensión medioambiental, esta lucha es interesante porque conecta directamente con el movimiento por la abolición de la policía que tomó fuerza a raíz de la rebelión de George Floyd de 2020. Por parte de los impulsores del proyecto, hay muchos intereses políticos y económicos en juego, por lo que la represión hacia el movimiento ha sido brutal: acusaciones de terrorismo, detenciones y, sobre todo, el asesinato de una de las personas habitantes del bosque, Manuel Terán, conocido como Tortuguita. Este asesinato es un reflejo del recrudecimiento de la violencia policial que se viene dando en los últimos años contra las personas que participan en este tipo de luchas. Para más información sobre la defensa del bosque de Weelaunee, recomendamos la lectura de los artículos publicados (y muchos de ellos traducidos al español) por el colectivo Crimethinc.
Cataluña: confluencia de luchas contra los macroproyectos
El pasado 4 de marzo tuvo lugar una manifestación en Barcelona para protestar conjuntamente contra varios macroproyectos que están previstos para los próximos años en el territorio catalán. Por un lado, contra la ampliación del aeropuerto del Prat, que amenaza el delta del Llobregat; por otro lado, contra el Cuarto Cinturón por el Vallès, una infraestructura vial que destruiría el Parque Agrícola del Vallès; y, por último, contra el complejo de casinos de Hard Rock, en Salou, en una zona colindante con terrenos de la Red Natura 2000. Estos tres proyectos son un reflejo del modelo económico basado en traer cada vez más turistas a Cataluña a costa de cualquier precio, pero sobre todo a costa de la precarización económica de sus habitantes y a costa de la destrucción de ecosistemas. El proyecto de Hard Rock es especialmente flagrante en este momento en concreto, marcado por una sequía preocupante en el que las restricciones por falta de lluvias afectan a 6 millones de personas. No parece que construir más piscinas para el turismo sea una buena solución. Esta manifestación es un buen ejemplo de la importancia de que las luchas por el territorio transciendan lo local y confluyan entre ellas para adquirir mayor fuerza. Los colectivos convocantes fueron: la plataforma Zeroport, el movimiento Campanya contra el Quart Cinturó (CCQC) y la plataforma Aturem Hard Rock.
Las montañas se despiertan: “No habrá esquí sin nieve”
De los Pirineos a los Alpes, cada vez son más las voces que cuestionan el modelo económico caduco de los deportes de invierno, sobre todo en los últimos años marcados por unos inviernos cálidos y la consecuente escasez de nieve, que están reduciendo cada vez más la duración de las temporadas turísticas invernales. El año pasado surgió la plataforma “STOP JJOO Aragón” que, en un manifiesto, exige la retirada de la candidatura de Aragón y Catalunya a los juegos olímpicos de invierno de 2030 y la paralización del macroproyecto “I love ski” que prevé la conexión de varias estaciones de esquí ya existentes, para lo cual se prevé destinar el 85% de los presupuestos europeos post-covid. En los Alpes, también tenemos ejemplos de lucha contra el avance de esta industria turística destructora de la montaña y devoradora de energía y reservas de agua. Últimamente, se han multiplicado los sabotajes anónimos de la infraestructura de las estaciones de esquí, como los producidos en la estación de Les Gets durante el invierno de 2022, dónde varios cañones generadores de nieve artificial fueron destruidos y marcados con una pintada: “no habrá esquí sin nieve”. En la estación de la Clusaz, el pasado otoño se levantó una ZAD (Zona a defender) para impedir el inicio de unas obras destinadas a crear un embalse de agua destinado a la creación de nieve artificial. La ocupación del terreno por parte de las personas opositoras al proyecto duró pocas semanas, ya que lograron parar las obras en los tribunales. Pero fue una victoria temporal ya que el proyecto sigue en marcha.
Les Soulèvements de la Terre y la manifestación de Sainte-Soline
Las luchas contra la edad de jubilación a los 64 años han acaparado las noticias que nos llegan de Francia. Sin embargo, otro movimiento está cogiendo mucha fuerza y dando de que hablar: se trata de “Les Soulèvements de la Terre” (las sublevaciones o los levantamientos de la tierra). Este colectivo está implicado en varias luchas por la defensa de la tierra y en apoyo al campesinado. Tiene la particularidad de que no está anclado a un territorio en concreto, sino que se implica en diversas luchas locales repartidas o lo largo y ancho del país. Su capacidad de convocatoria ha ido creciendo en los últimos años, hasta llegar a reunir unas 30.000 personas en una manifestación que tuvo lugar en Sainte-Soline el pasado 25 de marzo. Se trataba de una protesta enmarcada dentro de la lucha contra los megabalsas –la última ocurrencia de la agroindustria para drenar el agua del subsuelo y mantener su negocio de los monocultivos– cuyo objetivo era sabotear las instalaciones. Objetivo que solo se alcanzó parcialmente ya que la respuesta policial fue brutal, provocando 200 personas heridas, muchas de las cuales sufrieron mutilaciones y heridas graves, y 2 de ellas cayeron en coma. A día de hoy, Serge sigue en coma en el hospital. Sus compañerxs llaman a hacer de la semana del 1 de mayo una semana de acciones en solidaridad con él y con todas las personas encarceladas, heridas o represaliadas en las luchas en curso.
Conclusión
Esta escueta selección de luchas actuales por la defensa del territorio deja de lado otras muchas que no podemos abarcar en estas páginas. Esperamos, sin embargo, que puedan servir de inspiración a las personas que nos lean. Como sabemos, Cantabria no es ajena a las amenazas de los macroproyectos y del capitalismo extractivista. En la actualidad, la lucha contra la construcción de polígonos eólicos es la que está teniendo más fuerza. Nos parece importante estar informadas y aprender de las luchas por la defensa de la tierra que se dan en otros territorios. Para comprender que nos enfrentamos a una misma problemática provocada por el mismo sistema capitalista, para, quizás, tejer alianzas, y para comprender que la diversidad de tácticas, desde la lucha en los tribunales a la acción directa, es una de las claves del éxito de este tipo de luchas.