Sobre los botellones, simplificar la realidad, culpar a quien convenga y todo en orden

Sobre los botellones, simplificar la realidad, culpar a quien convenga y todo en orden

Hay que rebuscar en la memoria para ver que nos dice sobre lo que se presenta como nuevo, cuando ha ocurrido siempre. Por supuesto que con matices y diferencias que lo hacen diferente.

La historia de la raves, de las fiestas populares no normalizadas. Las campañas de denuncia «Ser joven no es delito». La normativa cívica. Son estrategias para intentar poner orden en el desorden. Para hacer entrar en el mercado y sacar de la calle, las expresiones festivas, autoorganizadas de la gente.

No se sabe muy bien como lo hacen, como se organizan pero es evidente que miles de personas durante varios días, se junten y hagan las fiestas, no es cualquier cosa y hay que intentar ver y entender.

Los medios, tertulianos, expertos y políticos se lanzan a opinar, juzgar como si todo fuera simple. Son vándalos, drogadictos, violentos, incivicos. La mayoría se porta bien pero una minoría los manipula y se aprovecha para su lucro personal.

Finalmente es el esperpento. Administraciones se echan la culpa de forma patética, vuelve a salir el adn anarquista catalán como responsable de la violencia.

El caso es que miles de personas son capaces de organizarse y montar fiestas en pocas horas. Cada cual con su altavoz, su música. Lo dicen gritando que no irán a las discotecas, que lo quieren hacer en la calle y de forma libre. Utilizan las playas y grandes espacios como alternativa a las no fiestas populares.

Se enfrentan a la policía cuando hace acto de presencia para disolver la fiesta, parece que han perdido el miedo y el respeto a la autoridad. Son muy jóvenes y no han tenido posibilidad de disfrutar en la pandemia.

Son muy diversos, parece también, que están los de siempre, antisistema, jóvenes del extraradio, pijos, gente de la calle más las jóvenes generaciones. Multitudes ingobernables y eso es lo que asusta.

No hay que mitificarlos, no hay que despreciarlos. Son producto de su época y de las luchas de siempre por la calle y la fiesta.

Habrá que intentar escuchar, entender, conocer y ver que ocurre. Es muy importante. La preocupación de las autoridades es un síntoma de que no lo pueden controlar. Habrá que saber distinguir y aprender pues seguirán dándose.

Salud y ánimos.