Se visibiliza el rechazo social a la Alta Velocidad
TAV // LA RECIÉN CREADA “ASAMBLEA CONTRA EL TAV” RESPONDE AL PROYECTO
El supuesto consenso social favorable al proyecto no es tan abrumador como pregona el presidente Revilla, y se sustenta en la desinformación.
“El consenso social a favor del Tren de Alta Velocidad (TAV) no es tan abrumador. Ha llegado el momento de demostrar públicamente el rechazo existente”. Así se manifiesta la recién creada Asamblea Contra el TAV de Cantabria surgida a iniciativa de personas pertenecientes a diferentes colectivos ecologistas, grupos de consumo, etc.. Denuncian que tal “supuesto consenso está originado por un bombardeo mediático de informaciones muy sesgadas, cuando no falsas, que ocultan la precarización social, las agresiones ambientales o el despilfarro económico que supondría”. Por ello consideran que el quórum es irreal e ilegítimo.
Esta Asamblea valora que es posible darle la vuelta a la opinión pública que aún respalda el discurso oficial, lo que es uno de sus objetivos, porque existen muchos y variados argumentos. Ponen un ejemplo como es el coste económico de construcción de la infraestructura en nuestra comunidad autónoma; lo cifran en más de 6.000 euros por habitante, si llegase hasta la costa. “Si la gente conociera este dato, y que gastárselo en el TAV va a imposibilitar satisfacer otras demandas sociales más apremiantes, otro gallo cantaría”, proclaman. Y apuntando más allá de la infraestructura, opinan: “No es solo un tren, es una forma de entender el mundo”. Para visualizar ese rechazo social anuncian una campaña de difusión y movilizaciones que arrancará con una concentración el 15 de julio.
Una asamblea ‘específica’
La Asamblea Contra el TAV se ha creado para trabajar específicamente este tema. Argumentan que “los colectivos están saturados con sus trabajos específicos; esto ha ocasionado que la sociedad civil organizada de Cantabria no manifieste públicamente su rechazo, aunque lo tenga claro”. En el territorio cántabro ya se han adherido varias organizaciones a la Declaración de Hendaia, un documento consensuado a nivel internacional que denuncia la alta velocidad. Esta asamblea va a promover que todos los grupos organizados que estén interesados lo suscriban.
Ecologistas en Acción y ARCA ya han dejado clara su oposición en las alegaciones presentadas al proyecto. En rueda de prensa conjunta afirman: “El AVE no se hace con criterios de racionalidad técnica, económica, social ni ambiental, sino que su intento de implantación obedece únicamente a intereses políticos”. Más allá del altísimo impacto ambiental, argumentan desde los estudios sobre otras líneas existentes, que demuestran que el TAV solo beneficia económica y socialmente a las grandes urbes, no a Santander ni a Cantabria. También informan que, en el tramo de 60 kilómetros proyectado, solo se lograría un ahorro real de entre 2,5 y 4,5 minutos máximo, “lo que no justifica ni remotamente semejante esfuerzo”. Y denuncian el “montaje político.
Buscando alternativas, Ecologistas en Acción y ARCA no comprenden como se desdeña el moderno ferrocarril convencional (160/220 km/h), “el modelo más común y desarrollado en los países de nuestro entorno. Eficiente, sostenible, flexible, versátil y universal”, afirman. También aseguran que esto permitiría la mejora integral de todos los tráficos de viajeros a la vez que es compatible con las mercancías –que en el Estado español, con su apuesta por la Alta velocidad, ha descendido al 4%, mientras la media europea se sitúa en el 18%–. Esta oposición alcanza ya otros sectores no precisamente vinculados a los colectivos sociales. Por ejemplo, el foro de opinión Quercus se pregunta si la alta velocidad es tan necesaria y concluye diciendo que no es una necesidad trascendental.
Fuente: Diagonal Cantabria nº20