La periferia invade el centro: sobre las protestas contra el Metro-Tus

En las últimas semanas estamos viendo como las vecinas de Santander están en pie de guerra contra el MetroTus, el nuevo sistema de transporte público implantado por el Ayuntamiento. Consiste en un carril bus específico para unos autobuses lanzadera que hacen el recorrido Valdecilla-Sardinero y que conectan con dos intercambiadores desde donde se cogen otras líneas para ir a la periferia. Unos cambios que están resultando especialmente molestos precisamente para las habitantes de los barrios periféricos, que ahora tardan mucho más en hacer el mismo recorrido de siempre, y teniendo además que coger dos autobuses distintos. El nuevo sistema también está siendo fuertemente contestado porque ha supuesto un gasto considerable –7 millones de euros que provienen de los bolsillos de los vecinos– y un evidente paso hacia atrás en la calidad del servicio. Se está evidenciando, por tanto, que el cambio era innecesario y en las protestas se está reclamando, como mínimo, una vuelta a la situación anterior.

Unas protestas que han sorprendido porque están siendo masivas. Unas 1.000 personas se concentraron el 3 de marzo en la plaza del Ayuntamiento y, en un pequeño gesto de desobediencia, ocuparon la calzada. El 16 de marzo fueron alrededor de 5.000 las personas que tomaron la calle, en una manifestación que fue desde Puertochico hasta la plaza del Ayuntamiento. Los distintos barrios en pie de guerra estaban presentes en la manifestación, cada uno con su propia pancarta y todos unidos bajo una reivindicación común: “no al Metro-Tus”.

Al hablar de estas movilizaciones los medios oficialistas se apresuran en decir que en ellas estuvo presente tal o tal político de no sé qué partido, o los representantes de las asociaciones de vecinos. Por nuestra parte, nos parece más importante dar protagonismo a la gente corriente, la que realmente se ve afectada por el asunto, la que coge el bus a diario y que protesta sinceramente, no por aparecer en las portadas de los periódicos u obtener réditos políticos. De hecho, si hay algo que destaca en estas movilizaciones es que muchos de los representantes de las asociaciones de vecinos –algunos de los cuales son bastante colegas de los del Ayuntamiento– se han visto desbordados y son ya incapaces de acallar o encauzar el descontento. Por otro lado, están surgiendo otras plataformas en teoría más horizontales y legítimas que están dando voz a las reivindicaciones. Unas nuevas plataformas que en principio podrían considerarse como algo positivo, pero habrá que ver como sigue desarrollándose el asunto. Y es que las autoridades siempre se sentirán más cómodas si pueden negociar con un solo interlocutor que supuestamente aglutina todas las voluntades de las vecinas. Una negociación en la que hará todo lo posible para intentar salvar la cara a su proyecto estrella y a la vez terminar con las protestas. Independientemente de lo que negocien unos u otros, tenemos que mantenernos firmes en nuestro objetivo y luchar hasta acabar con el MetroTus.

Nos parece importante ir un poco más allá en la crítica al MetroTus, contextualizarlo. El proyecto al que nos enfrentamos actualmente va en la línea de la gestión urbanística desarrollada por los sucesivos gobiernos del Ayuntamiento de Santander desde hace décadas. Se trata de un urbanismo para ricos que consiste en beneficiar a las empresas amigas de obras públicas y constructoras como por ejemplo Copsesa, Dragados, Real de Piasca, a costa de los intereses de la población humilde. Una población que fue expulsada del centro de la ciudad hacia la periferia tras el incendio de 1941, incapaz de hacer frente a los gastos de reconstrucción. Es esta misma población de los barrios periféricos la que se ve hoy en día perjudicada con el tema del transporte. La misma población que hoy quieren expulsar de barrios como San Roque o el Pilón, cuyas casas están amenazadas de derribo. Una población que apenas tiene acceso a espacios verdes u otros equipamientos que mejoren su calidad de vida. Mientras tanto, la ciudad se llena de infraestructuras y servicios destinados a una población más pudiente, la que vive en zonas como la del Sardinero, a la que casualmente no oirás quejarse del Metro-Tus, o destinada a los turistas. El turismo es de hecho una de las claves para entender la política urbanística de Santander de las últimas décadas. Ahora, en un intento de emular a las grandes ciudades turísticas europeas, se quiere dotar a Santander de grandes proyectos como un “metro” con “intercambiadores” y “andenes”, algo que puede sonar muy bien para el turista, pero que no engaña a quienes vivimos aquí.

En definitiva, el Metro-Tus es otro de los proyectos que nos demuestran que el Ayuntamiento juega a su antojo y beneficio con el diseño de la ciudad y de las vidas de sus habitantes, camuflando cada operación de lucro propio tras la cortina publicitaria del bien común y la mejora de calidad de vida de la población. En este caso la jugada le ha salido mal, puesto que los vecinos están saliendo a la calle demostrando con firmeza su rechazo. Reaccionar es un primer y gran paso, pero la lucha todavía no está ganada. Recordemos que en Murcia llevan ya varios meses seguidos de protestas para reclamar el soterramiento de las vías en los barrios del sur de la ciudad. Protestas que incluyen acampadas y sabotajes, entre otras acciones, y que están sufriendo una gran represión por parte de la policía. Recordemos que las vecinas del barrio burgalés de Gamonal también estuvieron muchos meses luchando para evitar la construcción de un bulevar, objetivo que consiguieron finalmente en enero 2014, tras varias noches de disturbios. Ejemplos de lucha que nos muestran que para obligar a los ayuntamientos a ceder ante las reivindicaciones vecinales muchas veces hay que perseverar en la protesta y no ceder ante chantajes y amenazas. A modo de conclusión nos planteamos si no se podría ir un paso más allá en nuestras reivindicaciones y preguntarnos: ¿No deberíamos ser nosotras las primeras en decidir sobre la gestión de los espacios en los que habitamos, sobre nuestras casas y nuestros barrios?

Algunos textos relacionados:

-Santander, ciudad de pobres, urbanismo para ricos: http://www.briega.org/es/especial/santander-ciudad-pobres-urbanismo-para...

-Sobre la relación entre el turismo y urbanismo: http://www.briega.org/es/opinion/contra-turismos

-Sobre las protestas en Murcia: https://www.elsaltodiario.com/tren-de-alta-velocidad/represion-muro-sote...

Nota: Una versión adaptada de este artículo podrá encontrarse en la versión papel de Briega, en el número de abril de 2018.