Centenares de vecinos de Portland expulsan a la extrema derecha
Este lunes 24 de agosto se cumplirán tres meses de las manifestaciones de solidaridad de la población de Portland (Oregon) con el movimiento Black Lives Matter, pidiendo la abolición de la policía en Portland y en todo el país. Estas protestas de destacable continuidad han atraído a una variedad de sectores increíblemente diversos: jóvenes, mamás, veteranos, médicos, organizadores comunitarios, personas negras, racializadas y queer… Incluso para una ciudad conocida por su espíritu rebelde, esta voluntad de salir a la calle durante los últimos tres meses marca la diferencia con todo lo visto hasta ahora. El país se ha dado cuenta. El mundo observa. Y Portland ciertamente ha sido tomado como objetivo de la extrema derecha, que se siente frustrada por el incremento de la conciencia compartida sobre el racismo y la violencia policial.
El sábado 22 de agosto las facciones de extrema derecha se lanzaron a tomar Portland. Como es habitual, muchas de estas personas procedían de fuera de la ciudad. Y vinieron decididos a usar la violencia. Las amenazas han invadido los rincones más oscuros de Internet desde el inicio de las protestas (y mucho antes), pero aumentaron significativamente desde que se anunciaron los planes para esta manifestación. Grupos significativos de este espectro en EEUU como Proud Boys, Patriot Prayer, aduladores de MAGA, nacionalistas blancos y otros agentes de extrema derecha se presentaron para atacar y desafiar el movimiento que estamos creando.
El sábado se estrenó con un chubasco de violencia por parte de viejos conocidos. El ex Proud Boy Alan Swinney apuntó con un arma a una multitud de manifestantes. Engatilló a distintas personas y amenazó a miembros de la prensa. Otro miembro de la manifestación de extrema derecha le rompió el dedo a Robert Evans, un periodista que estaba filmando la violencia de los manifestantes de derecha. Otro miembro de la prensa fue atacado con un garrote de madera y apalizado a patadas.
Todo esto sucedió mientras la Policía de Portland (PPB) se mantenía pasiva sin hacer absolutamente nada. Han permitido que personajes violentos de extrema derecha como Tusitala “Tiny” Toese, Alan Swinney, Cole Scott, David Willis y tantos otros atacasen a los habitantes de Portland con total impunidad; y se hizo cada vez más evidente a medida que pasaba el día que los agitadores de ultraderecha basaban su brutalidad en la pauta marcada por las noches por PPB. Ellos tuvieron la conducta esperable en grupos e individuos con un largo historial de ataques a manifestantes, medios de comunicación, médicos y otros miembros de la comunidad. Pero el nivel de colaboración policial actual, incluso para aquellos que conocen bien la afinidad de PPB por colaborar con estas facciones, fue asombrosamente descarado.
Los policías nos confiscaron escudos defensivos a los antifas mientras charlaban amigablemente con los"patriotas". Perjudicaron a los manifestantes de Black Lives Matter y dejaron que multitud de Proud Boys blandieran armas y mazas sin intervención alguna.
La policía de Portland justificó su lavarse las manos ante los fascistas por la falta de recursos. Imposible no asombrarse ante esta disculpa, cuando han encontrado recursos para agredir a Black Lives Matter noche tras noche. PPB tiene recursos de sobra cuando se trata de violentar las manifestaciones de izquierda en barrios residenciales de la ciudad, pero aparentemente ninguno cuando se trata de facciones de extrema derecha con las que han colaborado en el pasado.
A pesar de las tácticas de estos entrometidos violentos y de la Oficina de Policía de Portland, la comunidad se unió para repeler esta supremacía blanca, esta intolerancia, este odio, esta violencia. Cuando estamos unidos en nuestra resistencia somos fuertes. Traemos pancartas, ayuda mutua, defensa comunitaria y una visión para un futuro justo y equitativo. Cuando nos apoyamos unos a otros y nos levantamos contra aquellos que amenazan nuestros principios, sobrevivimos. Hemos obligado a estos provocadores a retirarse y ahora nos centramos en nuestros objetivos fundamentales: un mundo más allá de la vigilancia, uno de apoyo mutuo, uno donde construimos algo mejor, uno donde nos mantenemos a salvo.
Black Lives Matter! ¡Abolir la policía!
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* Referencias:
- Swinney apunta el arma a los manifestantes
- La colaboración de PPB con Joey Gibson en relación con la orden de arresto de Tiny
- La policía confisca los escudos de los antifas, deja a los fachos rienda suelta