Entrevista a Paula, una trabajadora del hogar en Santander

1.La primera pregunta sería la de conocer cómo llegaste a este empleo de trabajadora del hogar y cuáles son tus condiciones de trabajo

 Yo llegué a España porque mi país, Argentina, no está pasando por una buena etapa económica. Llegué con el objetivo de mejorar mi calidad de vida. Yo tuve formación allí pero no me recibí (graduarse, licenciarse). Digamos que cuando vine no era “nadie”. Lo hice con una visa de estudios para poder estar en situación legal y empecé a recorrer lugares (centros cívicos, ONG, la agencia de desarrollo…) para empezar a conocer gente e insertarme un poco en la sociedad española. De ahí surgió que conocí el movimiento por la paz. Allí me ayudaron a empezar a estudiar algo para quedarme legalmente y empecé a buscar trabajo. Tengo una hermana que me recomendó algún empleo. Empecé a trabajar en el servicio doméstico porque necesitaba generar ingresos. A mi no se me caen los anillos por hacer nada. Trabajo desde que tengo 9 años. Siempre fuí una mujer con la idea de que “me enseñen a pescar, no que me den pescado” Es decir, actuar por mis propios medios.

 

Tuve la suerte de encontrar un matrimonio español que me trató muy bien y que incluso en esta situación que estamos pasando con el Covid-19 respetaron mis condiciones de trabajo. Me han apuntado (estuve un periodo en B mientras me conocían) y son muy majos. No obstante, he tenido la experiencia de otras ofertas de trabajo de interna por muy poco dinero. En estas ofertas parece como si nuestro tiempo no valiera nada. Por ejemplo; de las 20:00 de la tarde a las 9:00 de la mañana para hacer compañía a un señor mayor, recoger la casa… Me querían pagar casi 500 euros. Dije que no porque me parecía poco dinero y la señora me dijo; “Pero sí sólo vas a dormir” Entonces yo le dije; “Pero es mi tiempo señora, yo estoy dejando mi tiempo”Con estas cosas desprestigian el trabajo. En cambio quizás ahora, con lo que está pasando, se puede llegar valorar el trabajo doméstico y lo que conlleva el manejar un hogar.

Otras veces me ha pasado que cuando me he ido a apuntar en bolsas de trabajo en centros cívicos o, por ejemplo, en la iglesia Santa Micaela, me decía una señora “Te anoto de interna” Entonces yo le decía “No, yo de interna no quiero” Yo lo que quiero es trabajar para vivir, no vivir para trabajar. Tendría que estar muy mal para coger el trabajo de interna. No por menospreciarlo, ya que es un trabajo como cualquier otro. En aquel momento, me venía a decir que me estaba marcando el lujo de rechazarlo. No es ningún lujo. Se trata de elegir cuando se puede. Creo que a la gente de aquí le cuesta mucho recibir a las personas que venimos de fuera. Noto cierta parquedad. Son más cerrados en relación a nosotros los latinos y esa distancia que se marca con respecto a la gente inmigrante se nota.

 

 

2.¿Guardas vínculos y relaciones con otras compañeras que se dediquen a lo mismo, ya sea como internas o no?

Tengo conocidas sí. La razón es que cuando vas a estos sitios a buscar trabajo te encuentras otras personas que están en la misma situación. A mi una cosa que me gusta mucho es brindar ayuda al otro y dar lo que a mí me gustaría recibir. Nos hemos pasado los teléfonos y hemos creado un vínculo. No de amistad pero sí una relación que de algún modo nos permite protegernos entre nosotras. Por ejemplo, si una de nosotras dice que trabaja por hora y cobra 8 euros, mientras que la otra cobra menos, nos enteramos de las diferencias. Sino hacemos esto es más fácil que la gente le dé por abusar y pague por debajo de lo normal. Hemos creado una especie de red informal; ¿ Cuánto estás cobrando vos?, ¿Te pagan los festivos?… Se trata de apoyarnos haciendo fuerza desde ese pequeñito lugar.

Conozco una chica que está de interna y tenía dos horas de descanso por día. Con esta situación del Covid, como estaba con una persona mayor, no la dejaban salir de ningún modo, pero tampoco se lo pagaban. Entonces yo la he dicho que tiene que reclamarlo. Por su salud. Todo el día, 24 horas con una persona mayor, requiere también cuidarse a sí misma. Mucha gente abusa con esta situación y se cree que te dan la casa, el agua caliente, la luz y con eso tu tiempo deja de ser importante. Se nota que no han pasado por esto al no valorar los momentos de descanso de una persona. Y a veces tampoco valoran algo más preciado para ellos, que es el cuidado de un familiar o persona cercana suya.

 

3.¿Qué apoyos tienes para compaginar tu jornada laboral con el resto de tu vida? ¿Crees que el resto de compañeras están en situaciones parecidas?

Sí. Un poco como comentaba anteriormente, conozco compañeras en situaciones similares. Soy una persona muy inquieta y curiosa. No soy sindicalista pero investigo y me informo, porque creo que son derechos que tenemos que defender. Sin embargo, lo que nos juega en contra muchas veces es la necesidad. Hay compañeras que tienen su familia fuera y tienen que mandar dinero a sus hijos. Yo no tengo esa situación pero sí a mi familia en Argentina; A mi mamá, a mis hermanos…

Conozco casos en los que por la necesidad se acepta cualquier cosa.

 

4. El pasado diciembre, el Sistema Especial de Empleadas del Hogar contabilizó 396.626 trabajadores de media, por lo que unas 200.000 no estarían cotizando en el estado español. ¿ Cuál es vuestra realidad aquí?

En este momento, como os dije, tengo la situación particular de estar muy agusto donde estoy trabajando. Además, la visa de estudios me permite estudiar y trabajar a media jornada unas 20 horas semanales. Necesitaba que alguien me pudiera apuntar para tener un permiso de trabajo. Fue una lucha con las administraciones de aquí. Lo primero es que se demoran mucho. Lo siguiente es que a la gente empleada le falta bastante trabajo de sensibilización, de ponerse en el lugar del otro.

Yo le pedí al matrimonio con el que trabajo si me podían apuntar, pero no podían hacer nada porque todavía no se había resuelto el permiso de trabajo con extranjería. Estuve varios meses trabajando sin cotizar pero no por culpa de esta gente. La administración suele demorarse en sacar una resolución.

Conozco el caso de mi hermana, que hace tres años que está aquí. Ella estuvo en situación irregular y hace poco tramitó el arraigo después de pasar estos años así. Trabajaba en una casa todos los días en B. Al no tener papeles no la podían registrar, pero cuando ella tenía que empezar a tramitar el tema del arraigo, que ahí sí necesitaba tener un contrato para presentar debido a los requerimientos de extranjería, lo habló con la gente que trabajaba para ver si la podían apuntar. Dijeron que no porque les salía más caro la seguridad social. Mi hermana se agovió bastante y le propuse que les dijera que pagaran mitad y mitad (aunque no le correspondiera). Se negaron también. Así que ella les dijo que se quedaría hasta encontrar otro trabajo.

Existe mucha gente que te tiene trabajando en B sin intención de ayudar. Entiendo que el aporte no es mucho mayor pero también entiendo que estas personas no se plantean ni la idea de que tengamos derecho a tener una jubilación ni alguna ayuda cuando sea necesario.

 

5.Más de un 70% de trabajadoras sois personas migrantes en todo el estado. Ante ello, muchas mujeres no tienen acceso a regularizar su situación ni tienen “papeles”. ¿Crees que existen abusos debido a esta situación de desventaja social?

Existen. Si bien también es cierto pasa que a veces la gente no indaga, no se informa, no interroga. Esto ya depende de cada persona. Cuando a mi hermana no la querían apuntar, yo averigüé maneras de estar legalmente en España cuando no tienes ascendencia de ningún país comunitario. Una de ellas es casarte con un español. La otra puede ser conseguir los papeles demostrando que estuviste trabajando en B mediante la denuncia a tu empleador. Sin embargo, Santander es un pueblo grande y aquí se conoce todo el mundo. Si bien la ley ampara esta situación, vos sabes en qué lugar te colocas y de qué manera te puedes complicar la situación. No sabes las consecuencias que puede tener esto después, ni las dificultades para conseguir otro empleo.

 

6.Este tipo de empleos tienen la peculiaridad de darse en el ámbito doméstico, de puertas para dentro. La mayoría de violencias de género siguen ocurriendo en la intimidad de los hogares. No es la primera vez que escuchamos noticias de agresiones sexistas a trabajadoras en este ámbito. Mujeres migrantes y coaccionadas por la necesidad de mandar dinero a casa obligadas a tener que tragar por situaciones desagradables. Racismo, machismo y clasismo se fusionan de puertas para dentro. ¿Compartes esta visión? ¿Conoces situaciones de este tipo?

Particularmente no me ha tocado vivir ninguna experiencia de este tipo pero sí sé que ocurren. Es más de lo que hablábamos antes. A veces la necesidad de tener bocas que alimentar y de tener que sobrevivir genera que sea más fácil que ocurran estos abusos. Llámese racismo, llámese violencias de género. Imagino que haya muchos más casos de los que conocemos y no salgan a la luz.

Como mujer migrante en la calle sí he podido notar esta violencia. Enseguida se nota por mi acento que soy argentina y empieza a generarse una violencia cuando algún señor te para y te indaga en relación a si necesitas un trabajo. Particularmente me ha pasado dos veces. Un cierto acoso a preguntas sobre tu vida íntima. Vivo con una compañera que es brasileña y curiosamente el otro día me comentó lo mismo. Se sintió invadida por un señor.

 

7.Ante las medidas implementadas por el gobierno tras el confinamiento del covid-19, muchas trabajadoras han sido despedidas ya que los familiares de las personas cuidadas, podían asumir las propias tareas. ¿Tenéis algún tipo de cobertura o protección en la comunidad cántabra ante imprevistos como éste?

Desde el día 14 que empezó el confinamiento, el mes de Marzo lo cobré como si hubiera trabajado los 30 días. De hecho, trabajé 15 días presencialmente. Es obvio que no es culpa mía. Sin embargo, a mi hermana no le pasó lo mismo y no la pagaron.

Creo que alguna vez hay que ponerse de los dos lados. También entiendo que a veces la otra parte tampoco tiene muchas posibilidades. Es decir, la otra parte tiene que tener espalda para aguantar la situación y pagar. Hay casos en los que la gente que te paga tienen una buena jubilación o muchos recursos. En cambio, otras veces los empleadores son personas que lo hacen por necesidad, porque no pueden quedarse a cuidar a sus familiares.

O no hay ningún tipo de ayuda o no hay manera para las mujeres como mi hermana, que no están siendo pagadas como es debido. Es muy dificil acceder, porque consigues teléfonos para llamar que no contestan, que comunican… Mi hermana tiene tres hijos y un alquiler que pagar. Yo alquilo una habitación y mis gastos son menores pero ella lo tiene más dificil y se le hace muy cuesta arriba. El dueño de la casa le dijo que tenía que entender la situación. Es un círculo que no sabes dónde acaba, porque yo puedo entender que el casero probablemente viva de ese único ingreso. Yo por lo menos trato de ponerme en los otros lados. Y lo que viene va a ser para largo. Muy duro para las personas desempleadas y para las personas sin papeles ante un posible aumento de todos estos abusos y una competencia grande entre personas que buscan este tipo de empleos.

 

8.Ante la falta de medidas institucionales, van surgiendo en otras comunidades colectivos de mujeres trabajadoras del hogar para cuidarse entre ellas y exigir sus derechos. ¿Sabías algo de ello? Un ejemplo es el sindicato independiente de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados (THC) en Barcelona. ¿Conoces algún tipo de grupo parecido en Cantabria? ¿ Cómo valoras esta forma de actuar?

No conozco la verdad. Antes decía que la única manera de ayudarnos es mediante redes que se hagan respetar con asuntos como los salarios, el tiempo de descanso, las salidas cuando eres interna, la comida (a veces te obligan a traerte el alimento) etc. No conozco ninguna red formal en Cantabria que se dedique a defender estos derechos. Sería bueno que existiera, como existen sindicatos en otras profesiones que se agrupan para hacer presión. La unión hace la fuerza. Por ejemplo, conseguir que te paguen el tiempo no trabajado pero sí disponible. A veces se dan situaciones en las que te citan a una hora para trabajar pero no se presentan hasta 40 minutos después y no cuentan ese tiempo como parte de tu salario. El tiempo es preciado para todo el mundo. No porque yo sea una empleada del hogar tengo menos derecho a emplearlo como yo quiera. Está bueno que nos unamos y que saquemos cosas concretas para que nos respeten.

9. Nos gustaría darte un espacio para decir lo que quieras si te ha faltado algo que no hemos sabido recoger en las anteriores preguntas.

Me gustó la entrevista. Creo que está bueno dar visibilidad a las chicas que se dedican a este ámbito. Tanto las que son internas como las que no, las niñeras, las limpiadoras, las cuidadoras de personas mayores etc Creo que habría que hacer más sensibilización. Desconozco si es una cuestión de aquí únicamente. Si es que el cántabro es tan parco de por sí o no, pero cuesta un poco generar relaciones. Necesitamos valorar el trabajo importante de la casa, que a lo mejor era el que antaño hacía su mamá, su abuela o quién sabe. Además, tenemos una sociedad muy machista. Este trabajo está muy relacionado con las mujeres. Existen generaciones que nos han asignado como algo muy normal este tipo de tareas. Mismamente mi propia mamá tiene muy interiorizado el que una por ser mujer debe atender las cosas de la casa. Si bien se ha avanzado mucho en muchos aspectos en el ámbito laboral con las mujeres, encuentro actualmente muchos comportamientos machistas en los jóvenes. A veces mucho menos respetuosos que los señores mayores. Es muy importante seguir sensibilizando.