El 12 de Octubre - IIRSA - Nada que celebrar
El 12 de Octubre es la celebración de una imposición cultural, político y militar. El día de la hispanidad no es más que el festejo del exterminio de miles de personas. Este orgullo patrio rememora una fecha que es clave para entender el impulso y desarrollo de la sociedad capitalista actual. Por desgracia, el proceso continúa. Nosotrxs aprovecharemos esta fecha para contrainformar sobre IIRSA, un ejemplo sin precedentes del neocolonialismo vigente.
Según el observatorio latinoamericano de Geopolítica, existen tres planes de ordenamiento del territorio americano. Estos son los planes económicos, el plan de control militar y el de megaproyectos de infraestructura. Con décadas de experiencia en los dos primeros, necesarios para garantizar el ercero, este último se compone de iniciativas como el antiguo Plan Puebla Panamá (PPP) ,hoy Plan Mesoamérica, e IIRSA.
La iniciativa IIRSA surge en 2000 en Brasilia, y es un trato entre doce países de América delSur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Financiero de la Cuenca delPlata (FONPLATA) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)
Toda América del Sur, se enfrenta hoy al proyecto de rediseño de la infraestructura más grande que se haya efectuado jamás en el mundo, la IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana). Un megaproyecto a nivel continental, cuyo fin es cambiar la geografía del continente, para facilitar, agilizar e intensificar la extracción de los recursos.
Para entender la magnitud de lo que significa la IIRSA, hay que tener claro que es una iniciativa motivada por las necesidades del mercado mundial, del cual –por mucho que se nos quiera hacer creer- ninguno de nosotros forma parte ya que se rige por un sistema de relaciones económicas entre empresas trasnacionales, organizaciones económicas interna-cionales (Banco Mundial, BID, etc) y los organismos de relaciones exteriores de los Estados.
Un sistema basado en la división internacional del trabajo (división del proceso de producción mundial entre países y regiones, mediante la especialización) un modelo colonialista del cual las empresas multinacionales son responsables del 75% de la producción mundial, tomando las decisiones fundamentales sobre la forma en que se da el trabajo (producción) a nivel internacional. En este contexto, Latinoamérica ha sido convertida en proveedora de petróleo, minerales, madera, celulosa, peces, agrotóxicos y soja, entre otros, extrayendo de sus suelos y mares todo lo que ha sido posible dadas las posibilidades técnicas. Hoy, el avance de la tecnología al servicio de las empresas, permite extraer recursos de lugares antes impensados, en volúmenes descomunales, y a un ritmo mas acelerado que nunca, quedando como único obstáculo para el saqueo la geografía del continente suramericano: La cordillera de los Andes, la selva, los mares son obstáculos que con IIRSA se pretenden derribar a través de la implementación de obras de construcción: carreteras, vías ferroviarias, oleoductos, gasoductos, tendidos eléctricos, vías fluviales, puertos, aeropuertos, embalses, centrales hidroeléctricas, puertos marítimos sobre ríos, entre otros.
El IIRSA está planificado y trazado desde el centro del continente hacia las costas y los ríos que se dirigen al mar. Se compone de diez ejes: ocho transversales y dos longitudinales. Contiene una doble subordinación: por una parte de los países sudamericanos a Brasil; y por otra, de toda la región al empresariado mundial.
Las regiones son contempladas según su actividad industrial y concentración poblacional, y según sus recursos naturales. Territorios de comunidades están siendo inundados por embalses; aumentan las enfermedades como el cáncer producidos por la alta tensión de las hidroeléctricas (Patagonia, Brasil, Perú, Chile, Colombia); aumentan las superficies sembradas con transgénicos como la soja o el maíz, que conllevan contaminación, enfermedad y esclavitud; montañas y glaciares están siendo destruidos (Argentina, Colombia,Brasil, Chile, Perú), bosques están desapareciendo, aguas están siendo envenenadas, territorios comunitarios y ancestrales están siendo enajenados y privatizados (Chocó colombiano, Perú, Brasil, Ecuador, Argentina). Pero todo esto ocurre en medio de una gran resistencia.
Las obras de la IIRSA generan resistencias ambientales y sociales, como lo manifiestan los conflictos en torno a las embalses de Jirau y Santo Antonio en el río Madera en Brasil, los embalses sobre el río Inambari en Perú y la construcción de la carretera que atraviesa el TIPNIS en Bolivia. Además muestran una nueva geografía de las luchas sociales que tienen como escenarios los corredores de la IIRSA, que desbordan los marcos del Estado-nación para situarse allí donde los flujos del capital afectan pueblos y medio ambiente.
Para esas comunidades la IIRSA es una iniciativa neocolonial, una imposición vertical que nada tiene que ver con sus intereses y que supone una agresión para ellas. Este nuevo colonialismo afecta tanto a comunidades que viven en Brasil como a las que están en otros países de la región y benefician a un bloque de poder financiero e industrial en el cual el empresariado brasileño ocupa un lugar central.
Algunas de las fuentes que hacen que esta iniciativa sea posible están al doblar la esquina de nuestra casa, o en frente del portal. Por ejemplo, empresas como Iberdrola, Gamesa o el grupo ACS de Florentino Pérez. También Norcontrol o el Banco Santander Central Hispano. Este último es la mayor entidad financiera privada que opera en toda América Latina y el Caribe. La construcción de los embalses anteriormente citados y una vía fluvial sobre el Río Madeira, en la amazonia brasileño-bolivariana, forma parte de su historial en IIRSA.
Desde aquí podemos hacer como si nada o tomar partido en el asunto. El punto de partida es que el 12 de octubre no hay nada que celebrar.