Entrevista a Patxi Ibarrondo en el Diagonal

ENTREVISTA: PATXI IBARRONDO, EX DIRECTOR DEL SEMANARIO CÁNTABRO ‘LA REALIDAD’, CLAUSURADO EN 2001

Objetivo: aplastar ‘La Realidad’

Redacción Cantabria / Santander

Con el embargo de su pensión por enfermedad, dictado por la jueza Laura Cuevas, Patxi Ibarrondo afronta momentos difíciles. Cuando se decretó el cierre definitivo del semanario crítico cántabro La Realidad, en diciembre de 2001, éste tenía una difusión de 1.100 suscriptores y 850 ejemplares de venta en kioscos...

La Realidad intentó, a un precio muy alto (cinco demandas civiles pidiendo cada una 30 millones de pesetas de indemnización y tres querellas criminales) no resignarse a que banqueros, especuladores inmobiliarios y políticos herederos del franquismo campasen por sus respetos por Cantabria.

ENTREVISTA: PATXI IBARRONDO, EX DIRECTOR DEL SEMANARIO CÁNTABRO ‘LA REALIDAD’, CLAUSURADO EN 2001

Objetivo: aplastar ‘La Realidad’

Redacción Cantabria / Santander

Con el embargo de su pensión por enfermedad, dictado por la jueza Laura Cuevas, Patxi Ibarrondo afronta momentos difíciles. Cuando se decretó el cierre definitivo del semanario crítico cántabro La Realidad, en diciembre de 2001, éste tenía una difusión de 1.100 suscriptores y 850 ejemplares de venta en kioscos...

La Realidad intentó, a un precio muy alto (cinco demandas civiles pidiendo cada una 30 millones de pesetas de indemnización y tres querellas criminales) no resignarse a que banqueros, especuladores inmobiliarios y políticos herederos del franquismo campasen por sus respetos por Cantabria.

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PATXI IBARRONDO. Prefiere no hacer hincapié en su situación personal porque señala que su caso sirve en realidad para tapar lo que está pasando en el “búnker” cántabro. / Olmo Calvo

DIAGONAL CANTABRIA: La sentencia es irrevocable porque viene del Supremo, ¿existe alguna iniciativa de solidaridad para abonar la multa o alguna otra actividad al respecto?

PATXI IBARRONDO: Por el momento, lo concreto es que el pago de los 12.020 euros en que los jueces han tasado finalmente el honor de Carlos Sáiz [líder del PP cántabro] lo afrontamos otros dos compañeros cooperativistas y yo mismo. Aunque me han llegado noticias de reuniones de organizaciones sociales con el fin de echar una mano y denunciar esta cacería al periodista.

D.C.: ¿Por qué crees que Carlos Sáiz te ha perseguido hasta conseguir el ‘embargo’ de tu pensión, a pesar de que su partido ya había conseguido el cierre de La Realidad?

P. I.: Ambas cuestiones se resumen en lo mismo. Había que acabar para siempre con el aguijón crítico de La Realidad y neutralizar cualquier insistencia de continuar esa labor molesta por parte de su director con el digital Otra Realidad o de cualquier otro modo. El objetivo es aplastar como aviso a los navegantes de que no se toleran insolencias periodísticas en este feudo. Hay además un plus de venganza cavernaria. Merced al periodismo llevado a cabo en nuestra publicación, se abortaron algunos macroproyectos urbanísticos y otras maniobras orquestales en la oscuridad de los despachos. Hasta nuestra salida a los kioscos estaban acostumbrados a una impunidad total, basada en una ley del silencio que ha vuelto a tener vigencia. Uno de los ejemplos más espectaculares de cortocircuito informativo a las intenciones especulativas fue el ‘caso Comillas’. Éste fue sin duda el que desbordó la inquina del entonces todopoderoso Sáiz y de su jefe de filas, Gonzalo Piñeiro, hacia mi persona. Otro ejemplo espectacular fue el ‘caso Ogarrio’, Oyambre y así sucesivamente...

D.C.:¿Por qué ese acoso contra el periódico y tu persona por parte de la jueza Laura Cuevas?

P. I.: Eso habría que preguntárselo a ella. Desde luego no creo que sea normal que desde la desmesurada ejecución de condena de 127.000 euros por un sarcasmo, ande aplicándome la pena máxima constantemente. Hasta llegar al extremo de embargarme la cuenta donde la Seguridad Social ingresa mi pensión de invalidez absoluta. Desde luego, al no tener certezas, todas las hipótesis están abiertas. Pero hacer constar en la sentencia que Sáiz era intocable, siquiera humorísticamente “porque se trata de un poderoso hombre público” da mucho que pensar. Aunque no se pueda decir, por si acaso cae otra lluvia de piedras.

D.C.: ¿Cuál fue la actitud ante el cierre del periódico por parte de los medios de comunicación de Cantabria?

P. I.: Indiferencia absoluta salvo para regodearse puntualmente con nuestras condenas. Aparte de los despachos de la agencia EFE y algún medio disperso de menor entidad, los diarios, radio y televisión no reflejaron que había manifestaciones legales cortando el tráfico en las calles de Santander y Jornadas por la Libertad de Expresión en la Universidad de Cantabria, con prestigiosos ponentes de la judicatura y el periodismo. Tampoco se hicieron eco cuando el Club Internacional de Prensa galardonó en Madrid a La Realidad con el Premio del Año 2002 a la libertad de expresión. Son las cosas del “periodismo objetivo”. En cuanto a la Asociación de la Prensa, sólo nos llamaron cuando estábamos abandonando la redacción por orden judicial, para saber si el cierre era definitivo y así borrarnos de su Anuario de Medios de Comunicación.

D.C.:¿Cómo se comportó la izquierda política ‘oficial’?

P. I.: Por parte de la izquierda institucional, la misma indiferencia. La izquierda oficial se limitó a alguna presencia sindical de CC OO en las manifestaciones y buenas palabras con la boca pequeña. El único apoyo sincero, que insisto en agradecer de todas todas, fue el procedente de la indignación de los apoyantes y suscriptores del periódico. Poca fuerza frente a tantos y tan altos muros.

D.C.: La normativa (Ley de Enjuiciamiento Civil) que permitió el cierre de La Realidad fue reformada poco tiempo después. ¿Crees que la legislación actual protege la libertad de expresión, sobre todo en relación al llamado “derecho al honor”?

P. I.: Mientras subsista la abstracta y neofranquista entelequia del honor, a la que se acogen como autómatas todos los crápulas, la libertad de expresión en este país seguirá amenazada. Algo tan interpretable dependerá siempre del sentido del humor de cualquier juez de primera instancia de provincias. En esa situación, tan sólo los grandes medios podrán afrontar la cuantía de las indemnizaciones. Los pequeños morirán o serán la voz de su amo.

D.C.: Llevas décadas denunciando con tus noticias, reportajes y columnas los desmanes de la clase política y empresarial de Cantabria, ¿qué valoración haces de todos estos años de batallas? ¿Tienes en mente algún nuevo proyecto informativo?

P. I.: A la vista de la realidad circundante, mi valoración es más bien negativa. Pero mereció la pena porque este oficio es grande cuando se cree en él y es sufrido, pero da también grandes satisfacciones. Y pienso realmente que de no haber estado ahí como una especie de dique de contención de los abusos del poder, la cosa habría sido mucho peor. Ahora tengo un blog incipiente: El Antídoto en patxibarrondo.com que ya se puede ver y que hay que madurar poco a poco.

D.C.: ¿Cantabria sigue siendo ese “cortafuegos del Norte” del que hablabas en tus columnas o crees que algo comienza a moverse?

P. I.: Como feudo que es de la principal familia financiera de España, Cantabria sigue cumpliendo fielmente su papel geopolítico de cortafuegos ultraconservador, entre dos territorios potencial o efectivamente convulsos como son Asturias y Euskadi. La estatua abominable del dictador sigue ahí y el callejero de la capital es una afrenta a la concordia democrática. Los mandamases ya han logrado convertir Santander a un simple logo bancario. Si algo se mueve es de temer que sea a peor.

D.C.: Actualmente un grupo de personas trabaja en Cantabria para lanzar una edición regional de DIAGONAL. ¿Qué consejos puedes darnos para que el periódico permanezca en el tiempo?

P. I.: Consejos ninguno, ya que cada medio de comunicación es un mundo que se basa en algo tan dispar y especial como es el factor humano. Lo único que puedo decir es que lo hagan lo mejor que sepan, con la dignidad por delante y sin complejos. Con rigor y con amenidad. Y por si los que hemos ido por delante podemos servir de algo, ahí está la colección de La Realidad. Sin copyright.

D.C.: Por último, ¿cómo te encuentras de ánimo?, ¿cuál es tu situación personal en este momento?

P. I.: Si no han acabado conmigo todavía es porque atesoro un poso de humor negro, pienso que herencia de mi madre. Mi situación es la que es. Pero hay cosas mucho peores en este mundo maldito.

Fuente: Diagonal