Breve crónica de la marcha 17 F en el pueblo de Monte
imagen extraída del diario.es Paco Gómez Nadal
Como cada año desde que nuestra vecina Amparo muriese a causa de las obras de construcción del vial de la S-20 en la vaguada de las llamas, salimos desde el interior del pueblo de Monte. Este año eramos menos personas que el año pasado, no llegaríamos a cuarenta. Lo cuál no fue ningún impedimento para tomar la carretera con la pancarta "enterrar el vial, enraizar la lucha", y con un muñeco que representaba a Iñigo de la Serna con una mano que sujetaba un saco de dinero, y con la otra sujetando una orden de desahucio. Tampoco la poca vida en la calle que se observaba en la zona, un paisaje que intercala bloques de edificios construídos al calor de la especulación urbanística con casitas bajas de toda la vida, impidió que en la marcha se gritara bien alto lemas como "los barrios no se venden, los barrios se defienden", "nuestras casas, nuestras vidas", "Con dragados, desahucios asegurados", "barrios vivos, barrios combativos" o "Amparo vive, la lucha sigue". De las pocas personas que se veían en la calle, unas cuántas mostraron su simpatía y su solidaridad con la memoria de Amparo.
La lluvia marcó el final de la marcha, donde algunas personas armadas de cubos con tierra, la tiraron sobre el alquitrán, en un acto simbólico de expresar su voluntad de enterrar esa obra urbanística que arrebató la vida de nuestra vecina. A su vez, algunas otras pancartas recordaban a la gente de los vehículos que pasaban por la S-20 por qué estabamos allí. Carretera por la que, cuentan los abuelos, ya antaño también se tejieron resistencias vecinales ante la expropiación urbanística. "El asfalto no ocultará nuestra memoria" y "su progreso nos mata, no olvidamos" eran las palabras que colgaban de las obras de Copsesa, empresa encargada de rodear de excavadoras el hogar derruído de Amparo y sus cercanos hace tres años ya.
¡Un año más, mantenemos viva la lucha contra el olvido!
¡No tenemos ninguna intención de cesar en ello!
¡Enterrar el vial, enraizar la lucha, no sólo el 17 F, sino cada día!