Entrevista entre Albert Woodfox y Mumia Abu-Jamal
Mumia: Ustedes, los hermanos de «Los 3 de Angola», pasaron una espantosa condena en el hoyo. ¿Cómo fue que el Estado justifico encerrarlos durante tanto tiempo?
Albert: Pues, en el estado de Luisiana donde el poder del sistema carcelario es indiscutido, sin control, Herman, Robert y yo estábamos luchando para mantener nuestra dignidad, orgullo, autoestima y amor propio, y básicamente esto fue su justificación. Los directores nos vieron como una amenaza a lo que ellos consideraban la única función de la prisión. El infame director Burl Cain una vez me describió en una declaración jurada como “el hombre más peligroso en América”. Y desde que he salido de ahí me gustaría pensar que mis acciones le han dado razón.
Mumia: ¿Cómo aguantaron pasar 40 años en el hoyo?
Albert: ¡Ajá! Es la pregunta más difícil. Supongo porque teníamos una consciencia política que vino de ser integrantes del Partido Pantera Negra. Y ya sabes, dicen que el conocimiento es poder. Entendimos el propósito del confinamiento en solitario, o el aislamiento en una celda. Entonces durante esas décadas, mostramos fortaleza, determinación, valores y principios. Y siempre nos mantuvimos activos. También buscamos inspiración en las acciones de hombres, mujeres, niñas y niños en la sociedad que estaban luchando para hacer cambios en sus condiciones. Nunca permitimos que la cultura carcelaria nos diera ejemplos sobre cómo vivir nuestras vidas.
Mumia: ¿Qué les dio esperanza?
Albert: Ya sabes, mi maravillosa familia y varios espléndidos compañeros formaron la coalición internacional, Free The Angola 3. También tuvimos un excelente equipo de abogados. Pero más que nada, lo que me dio esperanza era la gente en la sociedad, en la lucha social que se libraba, los sacrificios que hacían, el espíritu indomable que nunca se quebrantó. Y una cosa en particular que me inspiró fue el desarrollo del movimiento Black Lives Matter. Creo que es un movimiento tremendo y me ha dado orgullo ver a todos los jóvenes hombres y mujeres actuando. De hecho, después de que salimos de prisión, antes de la pandemia cuando Robert y yo estábamos viajando juntos y hablando en eventos, siempre le dijimos al anfitrión que nos gustaría conocer algunos de los jóvenes de ese movimiento. Son algunas cosas que me daban esperanza: mucho amor de la humanidad, el espíritu indomable de la gente, y la lucha continua que se ha dado en la sociedad.
Albert: Mumia mi hermano, dado la preponderancia de las pruebas que te exoneran y la falta de pruebas en tu contra, ¿Cómo se siente quedarte en prisión?
Mumia: Hermano Albert, en el espíritu de Los 3 de Angola, te saludo. ¿Sabes qué? Estoy pensando en los primeros días antes de que mi juicio empezara. Fue una audiencia previa al juicio. Yo había leído un libro sobre derecho que trataba de casos de la Suprema Corte de Estados Unidos. Seguramente en base a la Constitución ¿no? Fui a la Biblioteca Jurídica, leí estos casos y escribí peticiones. Presenté una moción formal en un tribunal. De inmediato el tribunal rechazó mi moción. No me lo pude creer. Pero me hizo entender que el tribunal, ese tribunal que la mayoría de la gente conoce al tener un caso, no actúa de acuerdo con la Constitución o con dictámenes de la Suprema Corte. Hace lo que quiere hacer, porque no se trata de la ley. Se trata del poder. El mismo juez Sabo dijo más tarde, 15 años más tarde, que in mi caso “la justicia es solo un sentimiento emocional”. Cito a Malcolm X: “No se escandalicen cuando digo que estuve en prisión. Mientras se encuentren al sur de la frontera con Canadá, todos ustedes están en prisión. ¡Todo el poder al pueblo! ”
Albert: Mi hermano ¿Cuál fue tu pérdida personal más dolorosa?
Mumia: Las de mi madre y mi hija, Edith y Samiyah. Tuve sueños de caminar con ellas en la libertad. Y por supuesto, con otros familiares, hermanos, hermanas, primos, cuñados (inaudible), Lydia, Jimmy. Viven en mi memoria y mi corazón.
Albert: Y mi hermano, ¿Cuál es tu prioridad número uno cuando por fin te llegue la libertad?
Mumia: La misma de siempre: Servir a la gente y trabajar por su parte, trabajar por un mundo donde la Liberación Negra es una realidad, no simplemente palabras. Como dicen los Rastas: La libertad es fundamental.
Gracias hermano Woodfox.