Limpiemos Camargo: contra el ecocidio y el fascismo
El domingo 29 de mayo, amigas, vecinas de Camargo y gente de CNT-AIT hemos llevado a cabo una acción de limpieza en el aparcamiento de Riamar, en Camargo. El aparcamiento, aunque en el polígono del mismo nombre, está lo suficientemente apartado como para que se desarrolle vegetación. Aunque hay tantos sitios donde realizar una acción de limpieza en Camargo, hemos decidido hacerla allí por las siguientes razones.
Hace unos días denunciábamos por redes sociales que los de aquella escisión de la vieja derecha de siempre utilizaban el populismo barato para aparecer como la "voz crítica" ante las instituciones: salían quejándose de que el aparcamiento estaba siendo utilizado de vertedero. La denuncia, aunque justa, no dejaba de venir de quienes reconocen abiertamente que buscan el fin de la sanidad universal, la permisividad ante las armas de fuego o la tolerancia ante la homofobia como tristemente hemos vivido en Cantabria, en el local de Eureka donde se reúne Alega.
Para sorpresa de nadie, las instituciones tiraron balones fuera. La alcaldesa dijo que eso era responsabilidad del dueño y no del Ayuntamiento. Y entre unos y otros, nadie ha limpiado la basura, que en teoría era causa de preocupación de unos y otros. Es en este punto cuando decidimos ponernos manos a la obra.
Después de comprobar que, efectivamente, ni los ex-PP habían limpiado nada, ni el Ayuntamiento había presionado al dueño, ni mucho menos el dueño había tocado nada, decidimos que teníamos que organizarnos para limpiar el terreno o, al menos, dar un mensaje claro a unos y otros.
Y de aquí que nos plantemos en la mañana del domingo. Armados con guantes, vestidos de largo, llenamos bolsas y bolsas, kilos y kilos de basura. Bien repartidita por categorías, no nos vayan a decir luego que no queremos reciclar. Y aunque hemos tirado varias (algunos viajes nos ha tocado hacer, sí), también nos ha parecido importante no recogerlo todo, porque teníamos claro que ésta debía ser una acción denuncia. Denunciamos que el municipio no puede estar lleno de basura. Tampoco de basura racista.
Con todo, se lo hemos dejado bien ordenadito a quien lo tenga que recoger, claramente indicado con carteles y flechas. Realmente, esperemos que unos y otros recapaciten y, aprovechando el trabajo que ya hemos adelantado, terminen por recoger la basura. Y no permitir que la basura racista tenga cabida en nuestra tierra.