A tomar vientos los molinos

“A TOMAR VIENTOS LOS MOLINOS”

Cristina Alonso Gutiérrez

Así rezaba el cartel de una mujer motorizada que acompañó el trayecto
de la concentración convocada el sábado 21 de agosto en Santander por
la Asamblea contra Viento y Marea para impedir la instalación de medio
centenar de proyectos que suponen una amenaza para los habitantes de las
zonas rurales de los Valles campurrianos y pasiegos.

Cerca de quinientas personas escenificando el éxodo rural, arrastrando
maletas y cargando cuévanos a la espalda, rastrillos y otros aperos de
labranza en mano, junto a coloridas banderas de los pueblucos cántabros
que ondearon por el Paseo Pereda de la capital con el mar de fondo y
ante las sorpresivas caras de los viandantes desconocedores de las
pretensiones empresariales que supondrán un importante deterioro
medioambiental y una crisis para la población rural afectada.

Con altavoz en mano y música de gaitas, tambores y otros instrumentos
tradicionales se comenta la lamentable degradación que supondría la
instalación de estos súper gigantes molinos para la flora y la fauna y
por supuesto para los humanos, “esos locos bajitos” que decía
Serrat, que quedamos por el planeta repartidos y que con voz crítica
negamos a golpe de chirigota la instalación de estos proyectos
coreando: “ Si ponen los molinos, echan a los vecinos…Pueblos vivos,
pueblos combativos, Nos sobran molinos, nos sobran motivos, mi pueblo,
mi gente, mi forma de pensar no se arrodillan ante Green capital….”

Amenazando con falsas promesas de prosperidad disfrazan ruidos,
molestias, enfermedad, contaminación, erosión del suelo, matanzas de
aves, devastación del sector primario y turístico de la zona.

La unión hace la fuerza, y como pasó con el fracking y la instalación
de la central térmica de Sniace la solidaridad de la ciudadanía
arropada por plataformas se solidarizan y agrupan para informar y
sensibilizar haciendo frente y ganando la partida, a los intereses de
mafiosas empresas sin escrúpulos dispuestas a todo con tal de obtener
energía, obligándonos a cuestionarnos nuestra forma de vida y nivel de
consumo para no tener que arrasar con la naturaleza de una u otra
manera.

Durante la concentración y pasacalles se leyó un comunicado elaborado
por la Asamblea contra Viento y Marea:

“Ganaderos, hosteleros, agricultores, pequeños empresarios, vecinos
cualquiera. Todos seremos víctimas de este atentado contra La Montaña,
contra Cantabria: Las formas de vida tradicionales, los emprendedores,
quienes os damos de comer y alojamos en nuestro bello entorno, quienes
mantenemos viva La Tierruca…Un atentado contra el sentido común y el
bienestar colectivo, por una migajas que no solucionarán ni el
bienestar económico ni la crisis energética. ¿Qué clase de vino
habrán tomado quienes dicen, en este asunto, que no se puede ir en
contra del progreso de la humanidad? Esto, señoras y señores, no nos
lo disfracen de progreso. Esto no es más que clientelismo a grandes
corporaciones. Que por electricidad no sea. Que producimos ahora mismo
el triple de lo que usamos”…

ALTERNATIVAS A LA BARBARIE

Una posible alternativa recogida en la Ley 7/2021 tiene por objeto la
transición a un que genere empleo decente y contribuya a la reducción
de las desigualdades a través de un modelo circular que garantice el
uso racional de los recursos, y da prioridad a la integración de las
tecnologías renovables promoviendo las centrales hidroeléctricas
reversibles.

Otra propuesta consiste en la elaboración de un mapa de exclusión
eólica, con el fin de hacer compatible este desarrollo con la
conservación de las aves. En la Montaña Oriental y Pasiega existe una
gran profusión de instalaciones eólicas, y también se concentra la
mayor cantidad de nidos de alimoche, ave en peligro de extinción. Por
ello, el informe de la Fundación Naturaleza y hombre recomienda ser
extremadamente prudente y proteger el corazón de la población de
alimoche, teniendo presente la proyección de la mortalidad anual que
provocan los aerogeneradores y que el mayor abandono de nidos se da en
las áreas más pobladas de parques eólicos.

Cabe denunciar la falta de participación y transparencia en la
tramitación de los proyectos eólicos. Debería contemplarse proyectos
participativos consultando a los vecinos, movimientos sociales,
asociaciones ecologistas, federaciones, cooperativas, plataformas
ciudadanas y demás para que cada uno desde su responsabilidad aporte su
visión y se acuerden los proyectos de manera democrática, consensuada
y para el bien común, evitar un cambio climático y evitar el cambio
climático. SEO/BirdLife, por ejemplo señala que debería elaborarse un
único estudio ambiental por parte del promotor para que, después, sea
analizado en un único procedimiento por la administración pública.
Sin embargo, los proyectos se han presentado de forma fragmentada y con
estudios de impacto ambiental deficientes.

El Defensor del Pueblo estudiará si la evaluación ambiental del parque
eólico “el Escudo” se elaboró de forma correcta. A este organismo
se puede recurrir para valorar todos y cada uno de los proyectos y el
impacto medioambiental y humano y a los profesionales que verán
afectados sus puestos de trabajo y su salud así como el valor de sus
viviendas y el territorio.