La falta de rigurosidad

Hoy se publica un artículo en el Diario Montañés con el siguiente titular:

«El parque eólico de El Escudo avanza en sus trámites para ser el mayor del norte del país. El proyecto completa la fase de información pública y estudio de impacto ambiental con la meta de estar aprobado en 2021″

No cabe duda que este artículo es para crear opinión favorable a los polígonos industriales eólicos que se pretenden instalar en Cantabria, sobre todo en zonas naturales con gran valor medioambiental, después del ruido generado por la Plataforma por la defensa de los Valles Pasiegos. Se nota el nerviosismo.

Hace unos días la Plataforma para la defensa de los Valles Pasiegos publicaba información contrastada sobre la realidad de estos polígonos eólicos y los efectos tan perjudiciales que pueden tener en áreas que ya sufren despoblación.

El diario montañés contrataca con un artículo prometiendo cientos de puestos de trabajo, grandes recaudaciones para ayuntamientos e incluso afirmando que estos polígonos eólicos ayudan a frenar la despoblación de las áreas rurales donde estos se instalan. El artículo del diario montañés si por algo sorprende es por la falta de rigor y precisión a la hora de justificar la implantación de los aerogeneradores.

Como ejemplo de esta falta de rigurosidad, al principio del artículo se habla de que la fase de información pública y estudio de impacto medioambiental ya han sido completado. Un párrafo después se dice que el estudio se ha completado y que «sólo» falta la aprobación. Al final del artículo hace entrever que en realidad no hay nada aprobado, eso sí el Gobierno de Cantabria está a favor aunque no se sepa si el impacto medio ambiental es grave o no. No tiene desperdicio este artículo.

Otro asunto a mencionar es el de la información pública. España se adherió al convenio de Aahrus en 2004. Su objetivo principal es el de contribuir a proteger el derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente que permita garantizar su salud y su bienestar, y a garantizar los derechos de acceso a la información sobre el medio ambiente, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en materia medioambiental. Todos los proyectos de interés público en el territorio español deben cumplir el convenio de Aahrus.

Publicar en el BOE el proyecto y dejar a los ciudadanos 20 días para alegaciones, no es participación ciudadana. Es exactamente lo contrario: burocratizar el derecho a la participación. Y nuestra pregunta aquí es, si los polígonos industriales son tan beneficiosos, por qué hay tanto miedo a dejar opinar a los ciudadanos?

Podríamos escribir un artículo casi más largo que el del Diario Montañés desmontando cada una de las afirmaciones generalistas aquí hechas. Juzgen ustedes mismos.