Crónica de la marcha por la memoria de Amparo

El pasado 15 de febrero unas cincuenta personas realizaron una marcha por la memoria de Amparo que recorrió las calles de Monte y concluyó en el vial, tal como se ha venido repitiendo en los últimos años. Los participantes se fueron reuniendo sobre las 12:00 h del mediodía frente de la parroquia de Monte. Poco después se desplegó una pancarta con la inscripción “Por la memoria de Amparo. No olvidamos” y tras ella se puso en movimiento la manifestación. En todo momento fue ocupado uno de los carriles de la carretera, sin interrumpir el tráfico, aunque sí dificultándolo. Entre los conductores algunas miradas de sorpresa, otras de enfado; algún pitido de apoyo, algún otro de rechazo. Aunque no había mucha gente en la calle, se asomaron algunas personas desde los comercios o las terrazas de los bares para enterarse de lo que estaba sucediendo. Desde la manifestación se entonó algún tímido cántico, entre ellos el habitual “Amparo vive, la lucha sigue”.

Cuando ésta se fue acercando a la rotonda dónde se cruzan el vial y la S-20, unas cuantas personas aparecieron portando una maqueta de una casa, echa de madera y cartón, y con unos colores rojizos similares a los de la casa de Amparo. Como si de una procesión se tratara, los portadores se incorporaron al resto del grupo que, sin vacilaciones, tomó la rotonda para dirigirse a su destino. En ese momento también se unieron algunos familiares de Amparo. Una vez en el vial, la caseta fue depositada en uno de los carriles del vial, y se ocupó de forma espontánea el segundo carril, imposibilitando de tal manera el tráfico de vehículos. En la convocatoria se indicó que se trajesen flores para emular el jardín de Amparo, y que “de las grietas del vial [floreciera] la memoria”. Varias personas rodearon así la casa con flores y las colocaron encima del tejado. Mientras tanto, los despistados conductores que subían por la carretera se veían obligados a dar la vuelta.

Como era de esperar, la situación no podía prolongarse indefinidamente, cosa que pasó cuando un motorista llamó a la policía, quejándose, por cierto, de lo mucho que estaba tardando en llegar y añadiendo que él conocía a Amparo y que hace año y medio había estado en su casa con ella (sin comentarios). Gracias a la actuación de este gran héroe ciudadano aparecieron 3 agentes de movilidad, que cortaron el tráfico de los carriles de subida al vial y fueron al encuentro de los manifestantes. Uno de ellos, tras preguntar por los responsables de la convocatoria y no obtener respuesta, procedió a identificar a una persona, que, según él, había visto portar la construcción, cosa que era falsa. En ese momento la tensión fue aumentando, con algunas personas reprochando la actitud de la policía y discutiendo con ellos. Al poco rato aparecieron varios coches de la policía nacional, que identificaron también a algunas personas que vestían camisetas de la PAH. Al poco rato la concentración se disolvió y los policías quitaron de en medio la caseta, dejándola en la acera. Mención especial al que propició una patada a la construcción, quien, imaginamos, se metió en el cuerpo para dar rienda suelta a su rabia (a veces contra objetos, otras veces… a saber). También queremos destacar la determinación de las personas que se manifestaron, que no dudaron en ocupar y bloquear la carretera.

Para concluir esta crónica solo nos queda saludar a todas las personas presentes en este pequeño acto de desobediencia, tan poco habitual en nuestra ciudad en estos días, y solidarizarnos con aquellas que fueron identificadas por la policía.