La invasión eólica

Como hemos podido observar de cerca en los últimos días -con la celebración de la COP25 en Madrid- el capitalismo sabe adaptarse y ofrecer un producto al gusto de cada consumidorx.
Ahora lo que vende son las renovables, y se venden no solo como la única solución, sino como un proyecto incuestionable si no queremos caer al abismo.
No se cuestiona el consumo irracional de energía. No se cuestiona la incesante construcción de infraestructuras. Ni la producción industrial de mercancías perecederas e innecesarias. Ni la destrucción de hábitats y especies. Ni la conversión de montes en polígonos industriales.
No se habla de "burbuja eólica", se habla de "energía verde".
 
  Y dentro de este marco nos encontramos con este mapa de Cantabria, que nos muestra los parques industriales eólicos que están, ahora mismo, solicitados y en tramitación.

Si una imagen no basta, también se puede acompañar de algunas palabras:
- Proyectos como el de "El Escudo" tienen un largo de 10 km.
- Molinos de hasta 200 m de altura total (como un edificio de 66 plantas).
- Más de 1.464,84 MW de potencia en tramitación, unos 291 aerogeneradores repartidos en unos 40 proyectos.

- Debido a la orografía de Cantabria todos estos cordales, plagados de proyectos, están muy cercanos a núcleos de población y zonas con población dispersa.

Si todo es tan bueno, tan verde, tan necesario... ¿por qué se nos oculta toda esta información? ¿Acaso hay miedo a que algunxs nos plantemos y digamos que ya basta?

* Texto extraído de la contraportada del boletín nº17 de Briega en papel, correspondiente al mes de enero de 2020.