En solidaridad con la lucha Saharahui, El Pájaro Observador comienza su nueva temporada

El Pájaro Observador ha decidido salir de los frondosos bosques de Cantabria para planear sobre las arenas del mayor desierto africano. En el próximo programa conoceremos la lucha del pueblo saharahui, lucha desigual por la libertad y la supervivencia. Contra ellos se alza el Estado marroquí y todo su establishment, el Majzén, con el silencio cómplice de los países de la OTAN, cuando no la participación en el continuo asedio; junto a los saharahuis cada vez hay menos aliados, pero a su lado siempre estará la justicia. Sirvan estas líneas para realizar una breve introducción más del programa que del tema, bien conocido por la audiencia cántabra.

    Durante siglos el Sáhara Occidental fue lugar de enfrentamiento de diversos pueblos (haratin, bereberes sanhaya, árabes). A finales del siglo XIX, con el desarrollo del capitalismo industrial, los europeos intensificaron su presencia en África. La búsqueda de materias primas, fuerza de trabajo esclavizada, fue causa para que los europeos invadiesen todo el continente. El territorio del actual Sáhara Occidental fue ocupado por los españoles, que lo dividieron en dos grandes provincias: Saguía el Hambra y Río de Oro.

    Coincidiendo con otros movimientos revolucionarios en África, Asia y América Latina, la década de los 60 fue pistoletazo de salida para el inicio del movimiento de liberación nacional saharahui. Entre 1968 y 1973 se gestó el principal actor nacional saharahui, el Frente Polisario. A partir de esa fecha comenzaron las acciones armadas contra España y Marruecos, que rápidamente ansiaba conquistar sus territorios.

    Aunque la coyuntura internacional favorecía la independencia (así lo habían hecho muchas naciones africanas durante la década de los años 70), la cobardía del jefe de Estado español, Juan Carlos, sepultó las aspiraciones saharahuis. En noviembre de 1975, estando agónico el dictador y temiendo por su propia corona, Juan Carlos optó por deshacerse del problema saharahui lo antes posible, pactando su reparto con Marruecos y Mauritania.

    Los saharahuis no se rindieron por ello. Presionaron a Mauritania hasta que tuvo que abandonar los territorios, pero Marruecos, apoyado a distintos tiempos por Estados Unidos, España o Francia, no renunció a la invasión. Argelia, enfrentada por sus propias razones a Marruecos, apoyó a los saharahuis, acogiendo en sus territorios los principales campamentos de refugiados. Pero, décadas después, ese apoyo cada vez parece más tibio en la escena internacional. Las promesas de un posible referendum de independencia cada vez parecen más lejanas. El espectro de la lucha armada, actualmente en una tregua, aún están en el aire. El mundo ha cambiado mucho desde la invasión de Marruecos, y las nuevas generaciones no siempre tienen las mismas aspiraciones que las anteriores. Y con todo, siguen manteniéndose en rebeldía.

    En  el primer programa (aquí un avance) de la segunda temporada del Pájaro Observador, el día 5 de septiembre, no sólo trataremos la historia del pueblo saharahui, sino su situación actual, sus problemas, así como sus perspectivas de lucha en un conflicto tan desigual, donde apenas son una pequeña pieza en el gigantesco ajedrez geopolítico.