Carta abierta a los papás adoptivos de Walter
Estimada familia
Acabamos de recibir la resolucion judicial que desestima la orden de alejamiento solicitada por vosotros.
De verdad que era innecesaria puesto que en los tres últimos años pudimos infinidad de veces contactar con el chaval , pero no lo hicimos por respeto al niño y a vosotros; aunque dicho alejamiento nos suponga un enorme desgarro
Con vosotros si que hemos deseado contactar, pero tampoco contra vuestra voluntad, por eso nos dirigimos al padre Castañeda, para explicar el alcance de nuestro deseo y ponernos a vuestra disposición, siempre que fuera oportuno.
Entendemos que nuestra repentina aparición en vuestras vidas os haya alarmado, porque, aunque no nos conceis de nada, el hecho de que el gobierno cántabro nos haya arrebatado un hijo para dároslo a vosotros, os habrá inducido a pensar de nosotros lo peor. Seguro que no os informaron de la sentencia firme del juzgado penal n.º 1 de Santander que nos absolvía de toda sospecha ¿Os advirtieron que este niño tiene unos padres que llevan nueve años luchando por poder abrazarle? ¿O que tiene dos hermanitos que están deseando conocer a su hermano mayor?; ¿Os informaron de todas las irregularidades que afectaron al procedimiento y que tanto os podrían afectar a vosotros? ¿O sencillamente os ocultaron todas esas cosas que teníais derecho a saber?
El que la comunidad cántabra os haya entregado un chiquillo, que conforme a cualquier protocolo no estaba en condiciones de ser entregado, no es algo que se nos deba reprochar a nosotros, si no a quienes lo hicieron.
Pero estad tranquilos, sabed que nosotros no deseamos interferir en el cariño que le hayáis cogido al chaval. No lo deseamos en absoluto por extraño que pueda parecer. Muy al contrario, estamos agradecidos porque os hayais interesado por nuestra criatura a la que suponiais abandonada y maltratada. Muy agradecidos por lo que nos expresó el Padre Castañeda: “Que a nuestro hijo se le quiere mucho, que es alegre, saca buenas notas, y tiene muchos amigos”. Agradecidos en fin por el colegio en que lo estáis educando.
La reclamación del niño que desde el Camerún han hecho los abuelos, suponemos que no tiene ninguna probabilidad de prosperar. Y aunque nos duela por los abuelos, en cierto modo por nosotros ya no nos duele: Sería terrible que a un niño a quien una vez arrancaron de sus padres, ahora, cuando el chaval ya es mayorcito y está estudiando, le arrebaten también los adoptivos, para devolverlo a un país de donde salió cuando tenía cuatro años ¿Podrían causarle mayor desorientación?
También deseamos añadir que ningún tribunal, por supremo que sea, podrá borrar los lazos de cariño y las expectativas que hayáis creado en el niño.
Esto viene a cuento porque a primeros de junio de 2017, la abogada de Cádiz que a petición nuestra había presentado ante el supremo un recurso contra esta adopción por estar plagada de irregularidades administrativas, acaba de comunicarnos que la sección primera de dicho tribunal, sal a tercera de lo contencioso administrativo, ha aceptado su recurso.
Por lo cual todo queda pendiente de la sentencia que allí se dicte. Que hasta podría anular la adopción.
Pero por lo que a nosotros se refiere estad tranquilos. Porque tenemos muy claro que sois padres adoptivos conforme a la ley, y mucho más por los vínculos personales que entre vosotros hayan surgido, que ningún juez podrá anular. Como tampoco pudieron anular los nuestros.
Los papás que lo trajimos al mundo pensamos que, si a este niño le arrebataron por la fuerza su familia, y por la fuerza le impusieron otra, no se trata de arrebatarle ahora la segunda, para devolverle a la primera, sino de que todo el mundo reconozca que ahora es el niño el que tiene derecho a las dos familias. Que tampoco es lo mismo que exigirle que elija una de entre las dos.
Y cuando llegue el momento en que necesite saber algo sobre los papás que lo trajimos al mundo, esto no debería cuestionar en nada vuestra relación con él ni la labor que venis realizando. Será importante que a nadie, y menos que a nadie al niño, le hagan vivir otro cambio arbitrario, inexplicado, repentino y obligatorio.
Lo principal que hay que conseguir cuando se trata de niños que fueron apartados de su familia es la de restaurar su interior, su seguridad, su confianza en la gente. Y el que ambas familias, en vez de enfrentarse en aras del excluyente derecho de propiedad, puedan conocerse y relacionarse ¿Qué duda cabe que sería lo más beneficioso para cualquier niño? Porque a un niño nunca de sobran los cariños y apoyos de nadie, sean padres naturales, o de acogida, o de adopción ¿Qué inconveniente podría haber para que concertásemos visitas por ejemplo, o para que un día nos encontrásemos para merendar juntos?
Es lamentable que el procedimiento siga empecinado en distanciarnos. Y son lamentables los obstáculos que ahora habrá que afrontar para sumar cariños; para caer en la cuenta de que el cariño que le tenemos a la misma criatura es posible disfrutarlo en común. Tal vez de entrada nos inquiete, nos desagrade; pero en lo que al niño se refiere, convendrá aunar voluntades para evitar que se desoriente una vez más, después de todo el daño que las instituciones le hicieron.
Ciertamente nosotros no aceptamos que nos hayan arrebatado un hijo. Sabemos mejor que nadie que ha sido sin motivo y sería inhumano achantar ante ese tipo de atrocidades.
Por eso, hasta que Walter cumpla 18 años y pueda asumir el protagonismo de su vida, nos mantendremos firmes frente a la injusticia que cometieron: con él, con nosotros y entendemos que también con vosotros. Porque es importante que no olvidemos que todo esto partió de una injusticia manifiesta. Si bien puede que el niño ya os quiera y jamás querríamos dañar los sentimientos del niño.
La situación en que nos han puesto parece concebida para enfrentarnos como enemigos en aras del “derecho de propiedad” , un concepto poderoso que cuando se aplica a personas, se vuelve tan delicado. Sería lamentable caer en esa trampa, porque nosotros y vosotros hemos sido víctimas del mismo error y vosotros y nosotros queremos de verdad al mismo niño.
Que nuestro saludo sea expresión de la cordialidad que deseamos
Posdata
Lo que precede me trae a la memoria un pasaje de la biblia: el juicio del rey salomón. Dos madres se disputan un niño; Una, está dispuesta a renunciar a él a cambio de salvar la integridad del crío; la otra, prefiere que lo troceen antes que ceder.
Dos madres se disputaron a Walter; Una, a impulsos de la ley natural, prefiere compartir al hijo a cambio de salvar su integridad, la otra, la administración, prefiere desgarrarlo antes que reconocer el error que ha cometido.
Es preocupante la frivolidad con que arrebataron a un hijo, ignorando los dictados de la ley natural e incluso descuidando la ley.