El 'No a la guerra' estalla en medio de la manifestación contra los atentados de Barcelona
La gente se ha expresado libremente ayer sábado 26 de agosto en Barcelona, una ciudad que fue escenario en 2003 de la manifestación más multitudinaria del planeta contra la invasión de Irak. El espíritu del 'no a la guerra' ha estallado cuando han llegado las comitivas de Mariano Rajoy y Felipe VI. Unas 170 entidades contrarias a la presencia del PP y del monarca se habían citado a las 4 de la tarde en la confluencia de la rambla Cataluña y la calle Aragón, bajo el lema 'sus guerras, nuestros muertos', pero la ciudadanía ha desbordado la cita y ha llevado los mensajes antimilitaristas cerca de Felipe VI. El apretón de manos entre él y Rajoy se ha hecho en paralelo a un clamoroso abucheo y en presencia de carteles donde se leía: "Mariano, queremos la paz, no vender armas". En ese momento caras serias del presidente Puigdemont y la alcaldesa Colau. Una decena de personas contrarias a la presencia del monarca que se encontraba entre las 150 personas de la sociedad civil autorizadas a traspasar los cordones de seguridad y situarse detrás de la pancarta de cabecera también han conseguido desplegar carteles. La protesta ha llegado muy cerca de Felipe VI, a solamente dos o tres metros.
Las críticas se mezclaban con ovaciones dirigidas a los equipos de emergencia: servicios sanitarios, bomberos, policías locales y mossos de esquadra. dos guardias civiles con tricornio situados a un extremo de la pancarta de cabecera también han recibido desaprobación con silbidos. En general las pequeñas pancartas y banderolas que acompañaban la marcha hacían referencia a la paz, contra la islamofobia y el militarismo, pero también se veía alguna consigna independentista y numerosas estaladas, algunas de ellas con crespones. Algunos responsables del PP de Cataluña han repartido banderas españolas en la confluencia de la rambla Cataluña y la calle Diputación, pero han quedado diluidas dentro de la multitud. A lo largo de todo el recorrido nada más se han visto otros dos bloques españolistas, el de Sociedad Civil Catalana y un último que alzaba una pancarta bien elocuente: "España contra el terrorismo. ¡Gracias Majestad!". Estos últimos se han manifestado durante todo el recorrido al grito de "Viva España. Viva el rey", en medio de un abucheo generalizado del resto de manifestantes. Al llegar a la Ronda Sant Pere una treintena de mossos de esquadra les han perimetrado y acompañado hasta la Plaza Urquinaona para evitar una escalada de la tensión. Allí se han disuelto.
El lema unitario #NoTincPor (No tengo miedo) era el más compartido por miembros de la comunidad musulmana, que han tenido destacada presencia en la marcha. Los parlamentos finales han sido a cargo de Míriam Hatibi, portavoz de la fundación marroquí-catalana Ibn Battuta y de la actriz Rosa María Sardà, que han hecho un grito a la vida antes de la interpretación de “El Cant dels Ocells” de Pau Casals. En la plaza Cataluña también se ha podido observar una gran pancarta en el Centro Islámico camino de la Paz con el lema "El Terrorismo no tiene religión, Islam quiere decir paz" Sobre la cabeza de los manifestantes ha circulado una enorme alfombra con el mensaje "Felipe VI y gobierno español, cómplices del comercio de armas. No tenéis vergüenza" que se podría leer con nitidez gracias a las imágenes captadas por los helicópteros que se han difundido por todo el mundo a través de la señal internacional de TV3. En algunos momentos también se han escuchado gritos como "votaremos, votaremos" o "tampoco tenemos miedo de votar". En Ripoll a la misma hora se han concentrado unas 2.500 personas delante del ayuntamiento, una de las movilizaciones más numerosas de la historia reciente de la ciudad. Parlamentos emotivos y gritos a consolidar la convivencia. La hermana de uno de los atacantes que murión por los tiros de un mosso de esquadra en Cambrils ha condenado los atentados con lágrimas en los ojos y ha recordado a todo el mundo "nosotros también somos víctimas".
La guardia urbana de Barcelona ha cifrado el número de manifestantes en medio millón. El recuento que ha hecho la Directa sitúa la asistencia en unas 350.000 personas, las que caben en el paseo de Gracia. Una convocatoria en pleno mes de agosto, el miedo a participar o la discrepancia por la presencia de algunos representantes de la clase política han sido los argumentos más esgrimidos en las redes sociales para que una parte de la población optase por quedarse en casa. La manifestación del 'No a la Guerra' de febrero de 2003 prácticamente dobló la participación del sábado y algunas marchas independentistas de los últimos cinco años triplicaron la concurrencia de manifestantes de 'No tengo miedo'.
Traducido por Briega