Psicodiagnósticos en la infancia: Siglo XXI

tendremos con nosotras a Jose Manuel Errasti Pérez, profesor de psicología de la universidad de Oviedo, que vendrá a dar una charla con el título de "Psicodiagnósticos en la infancia, siglo XXI".

Occidente, 2017. El Primer Mundo ha ido evolucionando en las últimas

décadas hacia una sociedad caracterizada por el permanente bombardeo de
fuentes de distracción sobre sus individuos. Las nuevas tecnologías, los
nuevos medios de comunicación, las nuevas formas de ocio y los nuevos
estilos de relaciones sociales se caracterizan por sus ritmos frenéticos,
por su carácter cambiante cada pocos segundos, por la exhortación que se
hace desde ellos a estar permanentemente distraídos saltando de una tarea
de gratificación inmediata a otra tarea de gratificación inmediata. Así
mismo, los estilos educativos se encuentran en crisis, y las instancias
educativas que antaño aunaban fuerzas en una misma dirección –familia,
escuela, medios de comunicación, publicidad y mercado- se enfrentan entre
sí delante de los niños dada su disparidad de valores y de intereses.

En este contexto, algunos niños comienzan a presentar trastornos del
comportamiento muy severos, caracterizados por sus dificultades para
mantener la atención y un estilo de conducta frenético que les hace estar
cambiando de actividad constantemente. La medicina afirma que se trata de
una enfermedad cerebral, estrictamente biológica, que ha existido siempre
aunque sólo ahora se ha detectado, y que afecta a cerca del 10% de los
niños. Se atribuye a un desequilibrio bioquímico en el sistema nervioso,
aunque no se ha podido encontrar tal desequilibrio, ni hay prueba,
analítica o  neuroimagen en donde basar tal diagnóstico. Toda la comunidad
científica coincide en señalar que la única solución es medicar de forma
crónica e indefinida con anfetaminas a tales jóvenes. ¿Toda? ¡No! Un
pequeño grupo de psicólogos y psiquiatras se opone a estas explicaciones
biologicistas y reclama una mejor comprensión de lo que les está ocurriendo.