Takbar Haddi : La lucha de una madre coraje
Cantabria ha recibido estos días la visita de una de esas mujeres imprescindibles por su activismo en la reivindicación de los derechos humanos, su tesón, su coraje y su fuerza. Una madre que lucha por sobreponerse al asesinato de su hijo y al exterminio de su pueblo mientras organismos como la ONU miran hacia otro lado y el estado español contribuye a la barbarie. Un ejemplo de solidaridad y compromiso.
La activista saharaui Takbar Haddi, residente en Canarias momentaneamente, a escrito por méritos propios su nombre en las páginas de la historia junto al de su hijo Mohamed Lamin Haidala, encarcelado y asesinado en el Aaiún con 21 años a manos del reino de Marruecos por trabajar por la independencia del territorio del Sahara Occidental.
Después de recorrer varios ayuntamientos en busca de apoyo constitucional incluidos el de Torrelavega, donde el alcalde Jose Manuel Cruz Viadero volvió a dar muestras de su inaptitud para el cargo que ostenta y su falta de conocimiento tanto histórico como geográfico, el pasado lunes 6 de Junio tuvimos la fortuna de escuchar de su boca la realidad que sufre en su día a día el pueblo saharaui, a través de un testimonio desgarrador que puso a los asistentes al Centro Social Itaca la piel de gallina, con su intervención que se enmarcó en el transcurso del debate organizado por Rincón Cubano Granma y Alouda Cantabria.
CASO HAIDALA
Nacido en el Aaiún en 1994 de la unión de Abdalahi Haidala y Takbar Haddi, el joven activista Mohamed Lamin Haidala es agredido por varios colonos marroquíes que regentaban una tienda frente a la casa de sus abuelos la noche del 31 de enero de 2015, tras enfrentarse a ellos, quienes le increpaban constantemente por su condición de saharaui en un territorio invadido por Marruecos.
Al intentar hacerles frente, el valiente Haidala quien ya había sufrido en sus carnes la violencia y la represión del gobierno marroquí, como cuando dos policías le cortaron las venas del brazo que sujetaba una pancarta con la intención de persuadirlo de no volver a hacerlo, (lo que no le freno en su lucha por la liberación de su pueblo) recibe el fuerte impacto en el pecho de una piedra lanzada por el propietario del comercio, lo que le hace caer al suelo, momento que los sobrinos del mismo y varios empleados aprovechan para propinarlo una brutal paliza. Durante la contienda, uno de los atacantes lo clava unas tijeras en el cuello y en el tórax provocándole graves heridas.
Ya sin conocimiento, es conducido por la ambulancia al hospital Ben Madhi de Aaiún situado en la zona ocupada, ante la mirada de la policía de ocupación que asistió impasible a tan desdichado encuentro y que no hizo absolutamente nada contra los agresores, a los que no se dignaron en detener tan siquiera. Una vez ingresado en el hospital, le atienden de sus heridas con prisa y en condiciones de precariedad absoluta, para acto seguido ser trasladado a la comisaría central de la policía de ocupación.
Una vez allí, lo torturan y lo encierran en los calabozos en situación infrahumana durante días (no sin antes realizar varios traslados más del hospital a comisaría sin notificárselo a la familia) hasta la fecha de celebración de un juicio político ante un tribunal perteneciente a la ocupación marroquí, el 2 de febrero.
Sus ejecutores mientras tanto seguían sin castigo y fueron puestos en libertad inmediatamente tras escuchar su versión. A día de hoy siguen paseándose impunemente por delante de la casa familiar de Takbar, quien asegura que lo hacen para obligarles a sentir su presencia, ya que tocan hasta el claxon de su vehículo al pasar por la puerta con la intención de amedrentarles. (Su padre no pudo soportar ese calvario y huyó al desierto).
El procurador del rey le exige en ese momento entregar un certificado médico que Sidi Haddi (tio de Haidala) corre decidido a buscar, pero Hachimi Noufel , el mismo doctor que falsificó los informes de baja de los colonos implicados para hacer creer que sufrieron un estado de enajenación transitoria, le denegó el acceso al mismo, dificultando la defensa de nuestro compañero saharaui, que es puesto en libertad temporal debido a su delicado estado de salud a la espera de recabar más información para ejecutar la sentencia.
Sentencia que por otro lado, ya estaba echada….
De vuelta a casa , su estado físico y emocional empeoraba tanto que decidieron llevarlo de vuelta al hospital, donde fueron atendidos de nuevo por el doctor Hachimi Noufel (un hombre sin corazón según las propias palabras de Takbar Haddi). Fruto de una serie de negligencias que propiciaron que Mohamed Lamin Haidala tuviera que ser trasladado a otros centros hospitalarios mientras su salud se deterioraba frenéticamente y la economía de su familia se veía mermada , terminó falleciendo el 8 de febrero en Agadir a la espera de recibir asistencia médica y en circunstancias extrañas. Su madre no tiene duda, “lo dejaron morir” asevera.
Su ejemplo permanecerá siempre vivo en nuestras memorias.
LA LUCHA DE UNA MADRE CORAJE
El Centro Social Itaca de Torrelavega recibía este pasado lunes a Takbar Haddi, una luchadora incansable que sigue reclamando justicia por la muerte de su hijo y por el resto de un pueblo saharaui que es constantemente atacado y al que se despojó hace tiempo de todos sus derechos pero no de su dignidad.
Takbar, acompañada siempre de las fotos de su hijo y respaldada en este caso por los colectivos Rincon Cubano Granma y Alouda Cantabria, reclama que la entreguen el cuerpo de Mohamed Lamin Haidala al que no la permitierón ver después de perder la vida, para practicarlo una autopsia que ayude a esclarecer el caso, ya que el gobierno marroquí disfrazó de normalidad la noticia de su muerte alegando que fué consecuencia de una simple pelea callejera. Y afirma que no descansara hasta que los culpables paguen por sus actos (por lo que solicita la detención de Bouchaaib Dinar, Abderrahim Dinar y Yasin Almarbour) y su hijo tenga un entierro digno.
El gobierno marroquí trató de comprar su silencio con una oferta de 90.000 euros a cambio de que firmara el certificado de defunción, algo a lo que ella se negó rotundamente, lo que la costó una tremenda paliza. Es el mismo gobierno marroquí cuyo Ministro de Justicia ninguneo su solicitud de información sobre los hechos. El mismo gobierno marroquí que rehusa abrir una investigación por las demandas presentadas en la querella 09/3104/2015 entregadas al procurador del rey.
A día de hoy, como ella misma relata, la policía sigue amenazando a su familia y cercando lo poco que queda de su domicilio.
Ya ha realizado campañas de visibilización del problema en varios lugares incluido en Las Palmas, su ciudad de acogida, donde se planta cada día delante de la Delegación del Gobierno de Gran Canaria para recoger firmas. También estuvo 36 días en una huelga de hambre que comenzó con carácter indefinido frente al consulado marroquí en esta ciudad, hasta que el peligro de perder la vida al ser hospitalizada llevó a diversas personalidades a relevarla en su ayuno, ya que ella estaba dispuesta a morir por su causa. Nos contó con asombro como lejos de solidarizarse con ella, la policía española la requiso varios elementos que utilizaba durante la sentada pacífica, tales como un paraguas, una manta, etc… Por ello quiere trasladar su lucha a Euskal Herria, donde intuye que contará con mayor apoyo social que la permita continuar su ardua batalla.
Seguir manifestándose, poniéndole voz a los sin voz, denunciando la situación del Sahara.
Ha expuesto su caso en Bruselas, también en Ginebra ante las Naciones Unidas, y lo más que consiguió fue recibir más violencia policial por exhibir su bandera.
Visiblemente emocionada al recordar todo lo sucedido y en su idioma de origen (Ali Salem Iselmu se encargó de la traducción), formuló un alegato a favor de la solidaridad internacionalista que conmovió a cuantos acudieron al acto, que no dudaron en firmar una carta dirigida a Mariano Rajoy solicitando que el testimonio de Takbar sea escuchado en el Congreso de los Diputados. Algo que parece improbable si esperamos a que los representantes de un estado cómplice y criminal se posicionen de parte de los oprimidos. Máxime, viendo el caliz que están tomando los acuerdos Tripartito entre España, Marruecos y Mauritania sobre el Sahara.
Aunque la realidad actual es muy dura, Takbar no pierde la esperanza de un futuro mejor, y alabó el trabajo de otros activistas que siguen reivindicando desde la clandestinidad la autonomía y el respeto hacia su territorio, como es el caso de Hassana Alia.
HOMENAJE A LOS FALLECIDOS
Durante el acto, se rindió un pequeño homenaje a los que entregarón su vida a una lucha sin tregua por la autodeterminación de su pueblo, como el caso del sindicalista y preso político Brahim Saika que falleció en huelga de hambre el pasado 16 de Abril en Agadir.
Ademas, se guardó un minuto de silencio cargado de simbolismo por la reciente perdida de Mohamed Abdelaziz a sus 68 años , carismático líder del Frente Polisario desde 1976.