Centenares de personas se manifiestan en Santander en solidaridad con el pueblo palestino

Encabezada por una representación sobre el genocidio en Palestina, cientos de personas se manifestaron este sábado 25 de enero en las calles de Santander.

La actividad convocada por el Comité de Solidaridad con los Pueblos – Interpueblos y que contó con el respaldo de 43 organizaciones de la sociedad civil cántabra, salió de Plaza Numancia a las 12:00 horas y durante su recorrido hacia la Plaza del Ayuntamiento, se pudo apreciar la representación sobre lo que ocurre en contra de la población palestina cotidianamente, lo que llamó la atención de las personas que se encontraron con la manifestación.

A la vez que se coreaban consignas que pedían el alto al genocidio y demandaban al gobierno poner fin al comercio de armas y cerrar todo tipo de relaciones con “Israel”, en el trayecto las personas que se manifestaron, se pronunciaron en contra de aquellas empresas cómplices del financiamiento del genocidio al pueblo palestino.

El acto arribó a la plaza del Ayuntamiento, con la lectura de poemas, y concluyendo con la lectura de un comunicado en el que reclamaron al gobierno imponer el embargo de armas a “Israel”, el fin de todo tipo de relaciones, asegurar el cumplimiento de las exigencias impuestas por el Tribunal Internacional de Justicia y poner fin a la persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina, la defensa del medioambiente y el antifascismo. Que la Ley Mordaza sea derogada.

Esta manifestación se sumó a otras más de cuarenta realizadas en todo el estado español y que ha sido convocada por la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), con el propósito de aglutinar a los movimientos por la justicia climática, antifascista y contra el genocidio israelí en Palestina.

COMUNICADO DE INTERPUEBLOS

PAREMOS EL GENOCIDIO EN PALESTINA

De nuevo, hoy salimos a las calles para exigir al Gobierno español medidas concretas y eficaces contra el genocidio israelí en la Franja de Gaza, la ocupación, el apartheid y el colonialismo en Palestina. Todo ello cuando La internacional reaccionaria está ganando poder en el mundo e impulsando las políticas y la sociedad hacia la derecha, pretendiendo aislar las luchas sociales y que los crecientes conflictos sean una victoria para ella. En este contexto, se hace más necesario que nunca aunar esfuerzos y centrar la atención en las causas de la crisis ecosocial que nos azota y provoca tanta barbarie en Palestina. Allí funciona el laboratorio del terror israelí y su experiencia ya se exporta a otros lugares.

El caos climático y la escasez de recursos vuelve territorios inhabitables, aumenta el miedo y, lo que es más grave, propicia la guerra. Esto conduce a la migración masiva y la extrema derecha utiliza el éxodo como alimento del fascismo. Mientras tanto, las élites aceleran el acaparamiento de bienes comunes y llevan al capitalismo a buscar nuevas zonas, pueblos y recursos para explotar y abrir nuevos mercados. De este modo, los países son golpeados una y otra vez, creando conflictos y destruyendo sus estructuras sociales. Ante esto, la ciudadanía nos rebelamos y para hacernos frente avivan el fascismo.

El fascismo se basa en el supremacismo y el odio y toma formas diferentes en el espacio-tiempo: trumpismo, nazismo, franquismo o… sionismo. En Europa mató judíos, comunistas, homosexuales y gitanos en el siglo pasado y ahora lo hace con africanos en su frontera sur. Durante ese tiempo, más de 75 años, el pueblo palestino viene sufriendo los efectos del colonialismo sionista, siendo víctima de crímenes de guerra, apartheid, limpieza étnica y genocidio. La barbarie israelí en la Franja de Gaza, más allá de ser un Genocidio, ha tomado la forma de Educidio, Domicidio, Culturicidio y Ecocidio, lo que hará muy difícil la recuperación allí de las condiciones de vida. El apoyo de las organizaciones reaccionarias al genocidio en Gaza ha puesto de relieve los vínculos y objetivos comunes de todas ellas. La deshumanización del otro, la criminalización de la resistencia, el robo de recursos, el uso de nuevas técnicas de exterminio, la vulneración de los derechos humanos, el negacionismo del derecho internacional… todas ellas son sus señas de identidad. Gaza es el espejo del mundo que se nos viene encima.

La lucha de Palestina es la lucha global por un nuevo orden mundial que sitúe la vida y la dignidad de las personas en el centro, es parte central de la lucha feminista, antirracista, anticolonialista, antifascista y por la justicia climática. Dejar de armar y financiar al sionismo es lo mínimo que deberíamos hacer para salvaguardar la escasa credibilidad que queda del derecho internacional. Mientras tanto, el Gobierno sigue manteniendo las relaciones militares y de seguridad con Israel prácticamente intactas y engañando a la sociedad con una solidaridad impostada. No se puede fingir apoyo a Palestina y seguir colaborando con su opresor. Un genocidio, un régimen de apartheid, no se realizan en solitario ni de un día para otro, es un proceso de deshumanización que requiere de apoyos, silencios y complicidades de quiénes se lucran con el sufrimiento de los pueblos y cuerpos oprimidos.

El reciente acuerdo firmado por Israel y Hamás supone una reducción temporal de la violencia israelí, pero en nada resuelve la situación. El nulo respeto por los acuerdos y el derecho internacional que Israel ha demostrado desde siempre no nos hacen ser muy optimistas. Solo con la tenaz lucha de la resistencia palestina y una mayor presión internacional podremos ver avances hacia el respeto de los derechos humanos del pueblo palestino, de modo que, ahora más que nunca, seguiremos pidiendo Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel.

De nuevo, reclamamos al Gobierno de España:

Que imponga un embargo de armas completo e inmediato a Israel. No más ventas, no más compras y no más tránsito de barcos con armas por nuestro territorio.

Que rompa relaciones diplomáticas, institucionales, económicas, deportivas y culturales con Israel.

Que asegure el cumplimiento de las exigencias impuestas por el Tribunal Internacional de Justicia que reclama el Fin de la ocupación y el apartheid en Palestina y la prohibición de cualquier colaboración que mantenga este régimen ilegal.

Y, por último, que se ponga fin a la persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina, la defensa del medioambiente y el antifascismo. Que la Ley Mordaza sea derogada ya.

NO ES UNA GUERRA, ES UN GENOCIDIO.

Santander, 25 de enero de 2025