La lucha contra el callejero franquista de Santander continúa

El pasado jueves, La Vorágine, librería y espacio cultural comprometido con las luchas de memoria histórica, presentó su libro Caminar sobre lo innombrable, una obra colectiva que revisa el callejero franquista de Santander y expone el oscuro legado de la dictadura que sigue latente en los nombres de las calles de la ciudad.

A pesar de que el Ayuntamiento de Santander reconoce la existencia de al menos 15 calles que vulneran la Ley de Memoria Histórica, el trabajo de La Vorágine amplía este número, señalando hasta 30 espacios urbanos que siguen glorificando a figuras del franquismo. Entre ellos, nombres como Dionisio Ridruejo, Teodoro Palacios, Pancho Cossío, o Tomás Soto Pidal, que, según el colectivo, han sido cuidadosamente «blanqueados» a lo largo de los años, convirtiéndose en símbolos de una dictadura que nunca fue desmantelada en las estructuras sociales, políticas y urbanísticas de la ciudad.

La presentación, a la que asistieron diversas voces comprometidas con la lucha antifascista y los movimientos sociales de Cantabria, sirvió para poner de manifiesto que la violencia simbólica del franquismo sigue presente en el día a día de la ciudad. Paco Gómez Nadal, de La Vorágine, recordó durante el acto que el franquismo no fue un régimen que apostara por la reconciliación, sino que utilizó el callejero como una herramienta para mantener abiertas las heridas del pasado y justificar el poder del régimen, perpetuando una narrativa que aún no ha sido borrada.

Este trabajo de recuperación y resistencia histórica se enmarca en el creciente impulso de los movimientos sociales que exigen el desmantelamiento definitivo del franquismo en todos los aspectos de la vida pública. No se trata solo de cambiar nombres, sino de desmantelar una estructura que sigue presionando, como señala el historiador Nicolás Sartorius: «El fascismo ahora presiona duro porque tiene una estructura detrás que no se ha desmantelado». Un recordatorio de que la lucha antifascista no solo se libra en las calles, sino también en las instituciones y en las estructuras cotidianas.

La publicación de Caminar sobre lo innombrable tiene como objetivo, más allá de señalar los nombres que todavía ensalzan el fascismo, invitar a la reflexión colectiva sobre la importancia de construir un espacio público que no rinda homenaje a la opresión, sino que sea verdaderamente inclusivo, democrático y, sobre todo, libre de las huellas de un pasado que aún nos pesa.

En un contexto donde los movimientos de memoria histórica siguen enfrentándose a la resistencia de sectores vinculados al franquismo, es fundamental continuar visibilizando estos trabajos de contrainformación que nos permiten cuestionar las estructuras que perduran y seguir construyendo una Cantabria más libre, sin olvido ni perdón para los verdugos del pasado.