La Llegada de niños y niñas Saharauis a Cantabria: Un Recordatorio de la Lucha por la Libertad y la Justicia
Ayer, domingo, Cantabria recibió a 75 niños y niñas saharauis como parte del programa «Vacaciones en Paz». Este esfuerzo, coordinado por el Ministerio de Juventud de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y las delegaciones del Frente Polisario junto con organizaciones solidarias, busca ofrecer un respiro a más de 2900 menores que viven bajo condiciones extremas en los campamentos de refugiados de Tinduf, Argelia. En nuestra región, Cantabria por el Sáhara y Alouda Cantabria son las organizaciones que gestionan la acogida, continuando su destacado compromiso con la causa saharaui.
A primera hora de la tarde de ayer, un vuelo de Air Algerie trajo a los y las menores al aeropuerto de Loiu en Vizcaya, tras lo cual se trasladaron en autobuses a sus respectivos destinos de acogida. Este año, 55 menores fueron recibidos por Cantabria por el Sáhara y 20 por Alouda Cantabria, destacando el alto porcentaje de acogida en relación con la población de nuestra comunidad. No obstante, el proceso no fue sencillo. El vuelo sufrió un retraso de cuatro horas debido a obstáculos burocráticos que retrasaron el embarque, especialmente para los niños y niñas con discapacidades.
De los 55 menores acogidos por Cantabria por el Sáhara, 14 con discapacidades pasarán el verano en la residencia del Centro Integrado de Formación Profesional La Granja en Heras, mientras que los 41 restantes estarán con familias de acogida. La residencia ha sido cedida por la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria y cuenta con un equipo de voluntarios, volunatrias y personal de apoyo que prestará la atención necesaria a estos menores. Este programa es posible gracias a la financiación del Gobierno de Cantabria, la Fundación Cantabria Coopera y varios ayuntamientos, además del imprescindible apoyo de familias y el voluntariado.
Sin embargo, la alegría de estos encuentros y el alivio temporal que experimentan las niñas y niños saharauis no debe hacernos olvidar su realidad. Estos menores vienen de uno de los lugares más inhóspitos del desierto del Sáhara, donde su situación de refugio es una consecuencia directa del abandono de España y los acuerdos tripartitos de Madrid de 1975, que entregaron el territorio del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania. Esta situación se agravó en noviembre de 2020 con la reanudación del conflicto bélico entre el Frente Polisario y Marruecos, una escalada que ha intensificado la represión sobre la población saharaui en los territorios ocupados y ha desviado la ya escasa atención mediática debido a otros conflictos globales.
Estas niñas y niños no sólo vienen a disfrutar de un verano diferente, sino que también actúan como embajadores de su pueblo, recordándonos la urgencia de resolver este conflicto de acuerdo con la legalidad internacional. La única solución justa y duradera es la celebración de un Referéndum de Autodeterminación en el que el pueblo saharaui pueda decidir libremente su futuro.
Las organizaciones que gestionan la acogida, hacen un llamado a los representantes políticos, desde los niveles locales hasta la Presidencia del Gobierno de España, para que se respete y aplique la legalidad internacional. El pueblo saharaui merece vivir en paz y libertad en su tierra natal, el Sáhara Occidental. Es hora de que España asuma su responsabilidad histórica y ética, y apoye activamente una solución justa para esta larga disputa.