Palomas ¿Por qué tanto odio?
Consideradas como una plaga, las palomas urbanas son objeto de campañas de erradicación, a menudo con métodos crueles. Existen otros métodos (más suaves), pero de momento se utilizan poco. He aquí una aproximación al destino de esta ave, antaño domesticada e incluso admirada, hoy convertida en indeseable.
La mayoría de las palomas urbanas son palomas bravías (en torno al 90%), siendo las otras especies la paloma torcaz (9%) y el pichón (1%). Aunque su presencia desde hace mucho tiempo hace que a veces se las asocie con la tradición de un lugar (como la plaza de San Marcos de Venecia), la mayoría de las veces se las considera responsables de un sinfín de problemas y molestias. En particular, se las acusa de dañar los edificios (por la acidez de sus excrementos y la suciedad que dejan tras de sí), provocar contaminación acústica (por sus arrullos, aleteos, etc.) y transmitir enfermedades (que suelen ser poco habituales y de poca gravedad).
Sin embargo, la presencia de palomas en las ciudades no es casual. Originaria de Asia, el ave se importó muy pronto a Europa y África por su carne, sus cualidades como mensajera (ya reconocidas hace 3.000 años) e incluso su compañía. Poco a poco fueron surgiendo palomares en las zonas urbanas, lo que permitía a la paloma desplazarse a su antojo, sin dejar de estar cerca de los grandes asentamientos humanos. Y en la ciudad no hay depredadores. La paloma ha podido proliferar en paz, lejos de las rapaces (que son demasiado grandes para vivir en las estrechas cornisas de los centros urbanos).
Aunque hoy despiertan sentimientos de desprecio y repugnancia, las palomas tuvieron un pasado muy distinto. Bajo el nombre de paloma, se la representaba en la antigua Grecia y Roma como un animal gentil y benéfico. Por su lugar en los relatos religiosos, se convirtió en el emblema del amor y la paz (véase el episodio del diluvio donde el ave enviada por Noé regresa con una rama de olivo). La Fontaine les dedicó dos fábulas ("Les deux pigeons", "Les vautours et les pigeons") en las que encarnan el amor y la paz. Hasta las recientes guerras mundiales, en las que, reconocidos por su lealtad y valor, algunas fueron incluso elevadas a la categoría de heroínas.
De imagen de benevolencia y constancia, la paloma ha pasado a tener con los años un simbolismo negativo, asociado en la ciudad a la suciedad y las molestias. Abandonada a su suerte, el ave se ha adaptado desde entonces. Tradicionalmente granívora, se ha convertido poco a poco en omnívora. Hoy en día, la paloma se las arregla muy bien, asaltando cubos de basura o limpiando los desperdicios que dejan los humanos en el suelo. Y siempre que disponga de espacio y comida, tendrá descendencia fértil. Así es como las palomas han colonizado nuestras ciudades, gracias al doble efecto de la domesticación (en el pasado) y del oportunismo alimentario.
Algunos de los métodos de control utilizados en las ciudades son más o menos violentos. Los métodos violentos son
- Envenenamiento: a veces utilizado (clandestinamente) por los vecinos, más raramente por los ayuntamientos debido a los daños colaterales (otras especies afectadas, aves que mueren a la vista del público, etc.).
- Tiro con rifle: también bastante raro y sometido a una estricta vigilancia.
- Captura con trampas (en redes o jaulas) seguida del sacrificio de las aves (mediante gasificación con CO2).
- Captura seguida de esterilización quirúrgica de las aves.
Estos dos últimos métodos, muy utilizados, son extremadamente crueles. En primer lugar, porque las jaulas suelen ser "revisadas" por empresas privadas (designadas por las autoridades locales), rara vez de forma regular, y muchas aves mueren de hambre o agotadas. El gaseado con CO2 provoca una muerte lenta y dolorosa, similar al ahogamiento. En cuanto a la esterilización quirúrgica, es una fuente de intenso sufrimiento, ya que ningún método de anestesia aviar ha demostrado aún su eficacia.
Existen otros métodos más suaves. Podemos citar, por ejemplo:
- prohibir la alimentación (con multas), mediante órdenes municipales o prefectorales (no necesariamente fáciles de aplicar para personas que a menudo están solas y son vulnerables...)
- el uso de halcones para ahuyentar a las aves, mediante técnicas de cetrería (merece la pena ponerse a debate, teniendo en cuenta los intereses del halcón y los pocos casos de depredación que provoca).
- la aplicación de medidas de inaccesibilidad, mediante la instalación de pinchos, redes, taponamiento de agujeros en paredes, bajo tejados, etc.
- la esterilización química, utilizando maíz recubierto de fármacos anticonceptivos
- instalación de palomares anticonceptivos, mediante la esterilización de los huevos.
Mientras que los primeros métodos no siempre son fáciles de aplicar (o sólo son relativamente eficaces), los dos últimos tienen todas las razones para ser utilizados. Una nueva técnica procedente de España y aún poco conocida en Francia, el maíz anticonceptivo ha demostrado su eficacia en Barcelona, en la Sagrada Familia, colonizada masivamente por las aves. En cuanto a los palomares anticonceptivos, permiten mantener a las aves en lugares específicos, con todo lo que necesitan (instalaciones para anidar, comida, etc.), y luego regular su población esterilizando los huevos.
La asociación Paris Animaux Zoopolis (PAZ), muy activa en la protección de las palomas, se ha propuesto revelar a la opinión pública los métodos bárbaros empleados por algunos municipios y animarles a cambiar sus prácticas. Entre los buenos ejemplos que destaca la asociación están Quimper, que utiliza maíz anticonceptivo, y París, Grenoble y Niza, que utilizan palomares anticonceptivos. Toulouse, Reims, Rennes, Lille, Angers y Villeurbanne, en cambio, son señaladas por recurrir al gaseado y/o a la esterilización quirúrgica de las palomas.
Un breve inciso sobre las numerosas mutilaciones que sufren las palomas, que todo el mundo ha visto y que algunos atribuyen a enfermedades. Patas lisiadas, dedos amputados, palomas que cojean o saltan sobre una pata... Se trata en realidad de una de las consecuencias de la contaminación humana. Según los investigadores que han estudiado el fenómeno, estas mutilaciones son más frecuentes en los barrios con altos niveles de contaminación atmosférica y acústica, y tienden a aumentar con la densidad de peluquerías en la zona (el pelo o los alambres se enredan en las patas, etc.).
Para mucha gente, las palomas son criaturas testarudas, sin vida interior real, a las que no merece la pena dedicar más tiempo. Y, sin embargo, lo son. ¿Sabías que las palomas permanecen fieles a la misma pareja durante toda su vida? El macho es un seductor que corteja a su amante con sus mejores reverencias. Luego, con ternura, la besuquea con regularidad. Por último, el macho y la hembra cuidan mucho de sus crías, repartiéndose las tareas a partes iguales: durante la construcción del nido, el macho trae los materiales y la hembra construye el nido; durante el periodo de incubación, los dos se turnan para incubar...
Vida emocional, vida cognitiva también. Algunos estudios recientes, por ejemplo, han revelado algunas facultades cerebrales sorprendentes. En un estudio, se demostró que las palomas, tras un entrenamiento, eran capaces de discriminar entre las diapositivas que contenían árboles (de cualquier tipo) y las que no. Esta capacidad de categorización también se ha demostrado para entidades desconocidas hasta entonces para las aves (como los peces) e incluso nociones más abstractas como el sexo de una persona, su emoción o el estilo de un pintor.
En otros estudios, se ha demostrado que las aves son capaces de hacer cálculos (contar, ordenar, clasificar), deducir relaciones entre objetos (inferencia transitiva), planificar tareas o incluso realizar varias tareas simultáneamente. Y aunque las palomas no tengan el mismo nivel de "inteligencia racional" que los humanos (o incluso los cuervos), ¿qué decir de su prodigioso sentido de la orientación, que les permite desplazarse cientos/miles de kilómetros? "Todo el mundo es un genio", decía Einstein. Pero si juzgamos a un pez por su capacidad para trepar a un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido".
Sólo nuestra especie tiene la capacidad de crear problemas y luego pretender resolverlos. Después de domesticar a la paloma y permitir que prolifere en la ciudad, ahora la considera indeseable y necesita ser regulada en masa. La naturaleza se regula muy bien y las palomas no proliferan en el campo. Pero si vamos a abordar urgentemente el problema de las palomas urbanas, más vale que lo hagamos como es debido. Es decir, sin capturarlas, mutilarlas ni matarlas. Existen métodos alternativos, y varias ciudades ya han dado el paso. Para los demás, el "name and shame" (una vez más, gracias PAZ) debería animarles a hacerlo.
Artículo original en francés disponible aquí: