Gene Sharp y la política de la Acción Noviolenta

Gene Sharp y la política de la Acción Noviolenta
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Capítulo 17 de “Breve historia de la Noviolencia”, Jesús Castañar Pérez.

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Hay acuerdo en señalar que el estudio más importante hasta la fecha en cuanto a acción noviolenta se refiere es el libro en tres volúmenes del norteamericano Gene Sharp, "The politics of Nonviolent Action"56 publicado en 1973, sin traducción al castellano por el momento. Este pensador, que pasó ocho meses en la cárcel por declararse objetor de conciencia durante los años 50 en Estados Unidos, fue uno de los primeros en sistematizar el campo de la noviolencia y, sin duda, el autor más reconocido. Para ello, en el libro ya mencionado “The politics of nonviolent action”, clasificó y catalogó casi doscientas formas diferentes de acción noviolenta, y proporcionó numerosos ejemplos históricos que ya vienen a ser habituales en cualquier manual de acción noviolenta. La clasificación de Sharp de los métodos noviolentos recogía métodos de protesta, persuasión noviolenta, no cooperación social, no cooperación económica, no cooperación laboral (huelgas) e intervención noviolenta.

También realizó un concienzudo análisis de los factores tanto internos como externos que inciden en las posibilidades de éxito de los movimientos noviolentos. Además Sharp analizó la problemática logística a la que se enfrentan activistas que realizan acción noviolenta, tal como riesgos, miedos, liderazgos, represión, solidaridad, disciplina o cómo ganarse apoyo de terceras partes, además de un ensayo sobre la redistribución del poder que genera la noviolencia y la ya canónica clasificación de las formas de obtener el éxito: conversión del oponente, acomodación de oponente o por coerción noviolenta, distinción que será muy útil a la hora de estudiar las posibilidades de éxito de los movimientos noviolentos, enumerando, además, todos los factores que pueden influir en cada una de ellas.

Para hacer esto, Sharp elaboró una teoría del poder basada en la división entre gobernantes y gobernados, en la que el poder de los gobernantes deriva del consentimiento de los gobernados. En este contexto para Sharp la acción noviolenta consiste en el proceso de retirar consentimiento que se da a los gobernantes, de forma que ya sea por procesos de conversión, acomodación o coerción noviolenta se ven obligados a aceptar las demandas de los activistas o, incluso, se pueden llegar a ver privados del ejercicio del poder.

Hay que señalar que para esa época estaban ya institucionalizadas las ciencias sociales y otros muchos autores habían profundizado en las perspectivas de Durkheim y Weber. De este modo desde mediados del siglo XX una serie de científicos sociales, entre los que se encontraban George Bordeau, Carl Joaquim Friedrich o Andre Haourieau, habían estudiado el poder centrándose precisamente en el polo opuesto al mando, esto es, la obediencia. Por eso entendían el poder como energía de la voluntad en el que su fuerza motriz es el consentimiento. Para estos autores existe poder porque existe legitimación del mismo, por lo que paralelamente existe obediencia en cuanto ésta sigue el interés de aquellos a los que se gobierna. La manifiesta innovación de este enfoque permitía poder tener en cuenta los mecanismos que ejerce la dominación para mantenerse, aunque hay que señalar que se efectuaron desde el punto de vista del que detenta el poder y no se llegó a invertir el análisis para el estudio de los que lo padecen, es decir, los dominados.

De este modo se estableció la conocida tautología “Poder = Coerción + Consentimiento” donde la diferenciación entre coerción y consentimiento depende de la voluntad del sujeto sobre el que se trata de conseguir obediencia. Estas visiones no tenían en cuenta las asimetrías en las relaciones de poder y se efectuaban desde el punto de vista del Poder (con mayúscula), es decir, primando el punto de vista del poder establecido y marginando el punto de vista de los que han de obedecer. Es por ello por lo que otra nueva generación de teóricos del poder, entre los que se encontraban Michel Crozier o Erhard Frieldberg, renovaron esta visión e interpretaron a partir de los años sesenta este fenómeno como una relación intercambio desigual. La principal diferencia de este punto de vista es que admitía las posibilidades del que obedece, que tiene siempre sus recursos de resistencia.

Es en este contexto teórico en el que Gene Sharp elaboró su teoría del poder para fundamentar su teoría de la acción noviolenta. Tal y como hemos apuntado más arriba, en “The politics of nonviolent action” Sharp concebía (y concibe) la acción noviolenta como una técnica de acción política que emana de la negación del consentimiento La teoría del poder de Sharp se basa por tanto en una división entre gobernantes y gobernados, en la que el poder de los gobernantes deriva del consentimiento de los gobernados. En este contexto, para Sharp, la acción noviolenta consiste en el proceso de retirar el consentimiento que se da a los gobernantes, de forma que ya sea por conversión del oponente, negociación (acomodación) o coerción noviolenta, se veían obligados a aceptar las demandas de los activistas o, incluso, se puedan llegar a ser privados del ejercicio del poder.

Hay que señalar además que la Albert Einstein Institution, de Boston, que Sharp dirige ha sido criticada precisamente por no ser una organización de corte pacifista como podría dar a entender su referencia a Einstein (que, por cierto, como hemos mencionado ya, abandonó el pacifismo en la Segunda Guerra Mundial), sino que se ha financiado con dinero de instituciones militares del gobierno estadounidense y ha estado entrenando en técnicas de resistencia noviolenta a movimientos de oposición proamericanos en países con regímenes comunistas como Serbia, China o Birmania57.

Estas graves acusaciones están sin contrastar pero vendrían a confirmar la idea de que la noviolencia tiene una faceta instrumental que puede ser usada para cualquier fin, no sólo los eminentemente pacifistas con los que se le suele relacionar, sino que, si se utilizaran sólo en esta dirección, podría ser un instrumento más del imperialismo capitalista (si es que derribar una dictadura se puede interpretar como tal). Es por tanto clave entender que la noviolencia es una forma de acción neutra, de manera que en realidad se puede utilizar para apoyar causas de muy distinta índole, siendo tan útil para derrocar dictaduras comunistas como fascistas, así como para enfrentarse a multinacionales en Asia, Latinoamérica o África. La gran ventaja de la noviolencia al respecto fue expresada por Gandhi con el concepto de satya (verdad relativa) que venía a decir que ningún movimiento político puede estar seguro de poseer la justicia absoluta en sus reclamaciones, pues las verdades son siempre relativas, por lo que el fin de estos nunca justificará medios que causen sufrimientos o nuevas injusticias.

 

Notas

56 Sharp, Gene: “The politics of nonviolent action” Porter Sargent Publishers 3 volúmenes. Boston 2000 (primera edición de 1973)

57 El polémico artículo de Thierry Meyssan que denunciaba este hecho se puede observar en: http://www.voltairenet.org/article1...