Una panorámica sobre las 5 plantas de biogás en Cantabria

Una panorámica sobre las 5 plantas de biogás en Cantabria

En Cantabria hasta el momento se están tramitando permisos para 5 plantas de biogás sin que haya ningún tipo de legislación que regule su implantación en el territorio. Esto ha hecho saltar las alarmas vecinales, ya que la documentación y descripción de los proyectos es muy somera y superficial. Además la tramitación se ha producido sin ningún tipo de información a las poblaciones afectadas y en sospechosas fechas de vacaciones de verano.

«Planta de Biogás» es el eufemismo que se ha elaborado para nombrar a las plantas industriales de producción de metano y de fertilizantes. Estas plantas recogen diferentes residuos agrícolas o industriales para generar metano a partir de ellos (purines de la ganadería, materiales orgánicos residuales de las actividades agroalimentarias -mataderos, restos de mercados de frutas y verduras, lactosuero, descartes de pescado de la pesca extractiva, mortandades procedentes de la acuicultura, etc. - y lodos de plantas depuradoras). Si estos residuos no son aptos para generar el metano, se tratan. Los que sí son aptos y los que han sido tratados para que lo sean se introducen en un depósito donde permanece la mezcla durante un tiempo aproximado de mes y medio o dos meses, donde fermenta y produce el gas metano. Este gas se extrae y se puede utilizar para la generación de electricidad en el mismo lugar donde se produce. En otras ocasiones, como se tiene previsto en los proyectos de Cabezón de la Sal o Praves, se inyectaría el gas a la red general. Una vez hecha la fermentación y producido el metano, los residuos sólidos se utilizarían como fertilizantes.

Lo que en un principio pudiera parecer una buena idea para solucionar el grave problema, aún por solucionar en Cantabria, que supone la gestión de los purines de la ganadería, puede suponer un problema aún mayor según cómo se diseñe y plantee esa gestión: medidas de seguridad para evitar contaminaciones del terreno y acuíferos, malos olores y contaminación aérea generada por los gases producidos durante el proceso desarrollado en las plantas, así como problemas derivados del tráfico rodado que lleve los residuos a tratar a las plantas. A todo esto hemos de añadirle la producción de fertilizantes contaminados por metales pesados si se utilizan residuos de plantas depuradoras y que sólo servirían para empobrecer los terrenos, como ha demostrado la experiencia en Francia, el país con más plantas y experiencia en Europa, como denunciaba Juan Carlos Arbex, ex asesor en Política ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y conocedor de estos proyectos, en el acto informativo llevado a cabo en Cabezón de la Sal el pasado 30 de agosto. En Cantabria no hay ninguna legislación específica que regule estos aspectos en la implantación de plantas industriales de generación de metano y fertilizantes. Según los expedientes de los proyectos de Cabezón de la Sal y Arenas de Iguña, los materiales empleados para la producción serían purines de la ganadería, materiales orgánicos residuales de las actividades agroalimentarias y lodos de plantas depuradoras, principalmente.

Hasta el momento hay planteadas en Cantabria 5 plantas de biogás. Los proyectos de Cabezón de la Sal y Hazas de Cesto han generado un amplio movimiento vecinal de oposición, con recogidas masivas de alegaciones, charlas informativas, cartelería, concentraciones y una manifestación el 23 de septiembre en Cabezón de la Sal a la que asistieron unas 500 personas. Las otras tres plantas planteadas estarían en Valdáliga, Arenas de Iguña y Soba.

La planta planeada en Praves, en el municipio de Hazas de Cesto, es la primera que se conoció. Esta planta tiene un presupuesto de entre 12 y 15 millones de euros y, según uno de los miembros de la plataforma vecinal creada en su contra en el municipio, está impulsada por fondos buitre.

En Praves los vecinos del pueblo se enteraron de las intenciones de crear una planta cuando supieron que, a  sus espaldas, se había aprobado en la Junta vecinal el alquilar un terreno de 18 hectáreas para la misma. Esto ocurrió en medio del verano y el 1 de julio el Ayuntamiento de Hazas de Cesto aprobó dicho alquiler. Algunos vecinos del pueblo se han organizado y creado una Plataforma ciudadana para paralizar la planta conscientes de los problemas de olores y contaminación que suelen generar este tipo de plantas.

Una de las iniciativas que han tomado es la recogida de firmas para que se discuta en el Parlamento de Cantabria. Para ello necesitan recoger 4.000 firmas. Hasta finales de agosto llevaban recogidas unas 1.400. Denuncian que todo se ha llevado con un ocultismo tremendo y que se trata de un negocio en el que están metidos políticos.
En Cabezón de la Sal se denuncia también el ocultismo con el que han actuado los miembros de la corporación municipal.

El pasado 30 de agosto se celebró en Cabezón una reunión informativa organizada por colectivos sociales de la zona a la que se invitó, pero no acudieron, a miembros del Ayuntamiento y de la empresa.  A esta reunión informativa asistieron unas 200 personas. Los ponentes disertaron sobre los problemas que traería para Cabezón de la Sal una planta de este tipo y muchas de las intervenciones acabaron con sonoros aplausos, expresando las ganas de oponerse al proyecto.

Unos días más tarde, el 5 de septiembre se convocó una reunión informativa en el Ayuntamiento de Cabezón. A ella asistieron miembros de la corporación municipal, de la empresa y de la coordinadora vecinal creada contra la planta de biogás.

En ella los miembros de la Coordinadora presentes pusieron en  evidencia tanto a la corporación municipal como a la empresa. Dejando patente a los vecinos que asistían desde el exterior del ayuntamiento las irregularidades que se habían dado en la elaboración del proyecto y en los trámites del mismo. Además el titular y el técnico de la empresa entraron en contradicciones evidentes para todo el público asistente, que abuchearon en varias ocasiones.

Al final del acto, algunos vecinos recriminaron al alcalde y a otros miembros de la corporación que se estuviera accediendo a la tramitación de licencia de obra con la poca confianza que daba la empresa. Quedó claro que ni siquiera existe un marco regulatorio para este tipo de plantas y que parece que sobre todo hay intereses detrás con el objetivo de recoger subvenciones europeas.

¿El rural cántabro como patio de trasero de negocios y territorio de sacrificio una vez más? Parece que no lo tendrán fácil, muchas de las personas de los municipios afectados no están dispuestas a ello y se están coordinando para generar una respuesta unitaria que englobe todas las preocupaciones y la oposición generadas por todos los proyectos de plantas de biogás que pretenden instalar en Cantabria.