La infancia perdida, secuestrada, represaliada, encarcelada, violentada, torturada, etc., es un reflejo de la violación sistemática de derechos humanos que sufrieron los niños y niñas y sus familias en las instituciones franquistas (auxilio social, orfanato, colonias...). Instituciones a cargo de Falange y de la iglesia católica. Prisionarización que fue ejercida también sobre las personas mayores, las mujeres, las sin techo, las diversidades funcionales, las personas LGTBI y un largo etc... Verdad, justicia, reparación y no repetición es lo que exigimos. El perdón que se lo guarden para los confesionarios. Verdad, justicia, reparación y no repetición para los hijos e hijas de los antifascistas y para los niños y niñas de la desigualdad y de la disidencia.